Vistas de página en total

viernes, 7 de diciembre de 2012

Sentirse Valorados


La importancia de la autoestima en los niños

Tengo un hijo con 9 años, a quien no le gusta estudiar.  En el colegio nos recomendaron un psicólogo. Fuimos a la consulta durante algo más de un año. Hizo pruebas a mi hijo y concretó diciendo que no tenía déficit ninguno, si no que había interiorizado esas conductas. Seguimos sus instrucciones y mi hijo ha mejorado mucho, pero sigue sin querer estudiar. Mi hijo colabora en todo y obedece en todo menos en lo académico. Ahora ya hace sus deberes, pero si están mal le da igual. Está acomplejado por falta de crecimiento (en vigilancia médica). Además no se relaciona bien con sus iguales, él siempre dice que no tiene amigos. Me preocupa mucho.
Responde: Noelia Sancho.
Desde aquí no queremos hacer diagnósticos, además parece que ya ha sido valorado por un especialista, por lo que puede ser que más que un problema atencional sea un problema de actitud, y parece que detrás hay una autoestima muy bajita.
La autoestima se forja en las primeras etapas de la vida, y aunque lo que sucede después también influye, en estos primeros años se dan los aprendizajes con los que nos empezamos a mover en el mundo. La autoestima esta formada de nuestra propia imagen (autoconcepto) y de la imagen que nos devuelven los demás, y el aspecto está entre esos elementos. En este caso tu hijo se encuentra en una fase preadolescente, y si su físico antes era importante, ahora empieza a serlo cada vez más. Y puede ser que eso esté influyendo.
En cualquier caso, parece que en el resto de las áreas va mejor, flojeando en la sociabilidad  y en lo académico. Tal vez se ha machacado mucho lo académico y ahora sea mejor adoptar otro tipo de estrategia. Sin quitar un ojo a las notas, sería muy positivo que trabajaseis en la gestión emocional de su mundo interior: si se siente frustrado, o bicho raro, si está enfadado con el mundo o con vosotros, si está deprimido… Y por otro lado, muy importante trabajar las habilidades sociales. Para ello además de un entrenamiento en estas herramientas, sería muy útil fomentar actividades de equipo, deportes, campamentos… Compartir una actividad con otros niños y con un mismo fin suele venir muy bien.
No se trata de que haga muchos amigos, eso depende ya más de su tipo de personalidad, pero sí de que sienta el bienestar que produce. No dudéis en consultarlo con el orientador del colegio o con un psicólogo infantil para que os de pautas concretas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario