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domingo, 28 de diciembre de 2014

Los Valores en la Educación y la Familia

1.-Los Valores en la educación: los valores como elemento básico y central en los procesos educativos. Conocerlos, aprender a trabajarlos y generar tomas de conciencia en referencia a la fuerza y al valor de los valores.
2.- Desarrollo de la personalidad: etapas y elementos que influyen en el desarrollo de la personalidad en el niño. Estrategias, habilidades y herramientas para trabajar el desarrollo de la personalidad.
3.- Inteligencias múltiples: estudio de los nuevos paradigmas e ideas sobre el mundo de las inteligencias. Facilitar ideas, herramientas y habilidades para trabajar las diferentes inteligencias en el ser humano y fundamentalmente en los procesos educativos.
4.- Habilidades sociales en el niño: cómo se desarrollan dichas habilidades y qué podemos hacer, desde el arte de educar, para mejorar dichas habilidades. Identificar cuáles son las más necesarias para un desarrollo social adecuado.
5.- Educación emocional en la escuela: durante este apartado ahondaremos en el estudio de las emociones, en su gestión, en su manejo y en su identificación dentro de la escuela. Igualmente, observaremos las emociones en el hogar.
6.- Desarrollo de la creatividad: abordaremos en este tema del curso la gran importancia que está cobrando el desarrollo de la creatividad en la educación y los beneficios que se obtienen al conocerla, trabajarla y disfrutarla. Trabajaremos la creatividad como uno de los pilares básicos dentro de la educación.

Pertenencia ORDEN Recibir y TOMAR Bert Hellinger

De la misma forma que es vital respetar las leyes de la naturaleza y del universo, reconocer los órdenes que gobiernan las relaciones humanas es trascendental. Todos los miembros de una familia tienen un sentido de pertenencia innato. Si algún miembro es excluido, aunque sea por un motivo aparentemente razonable, otro miembro de una generación posterior repetirá su suerte.Reconocer estos órdenes que gobiernan las relaciones familiares, permite restablecer el equilibrio y el orden natural en la propia vida. Para ello es necesario reconocer quienes pertenecen al sistema, agrupándolos de acuerdo a su origen, podemos comenzar por  los consanguíneos es decir padres, abuelos, hermanos, tíos. Las parejas sexuales (parejas previas, amantes, concubinos y esposos todos con la misma dignidad), la vida pasa a través de una relación sexual, cuando tenemos relaciones sexuales hacemos un pacto sagrado independientemente de no estar concientes al mezclar nuestra energía.Con frecuencia, se ocultan ciertos sucesos (suicidios, abortos voluntarios, viejos amores, crímenes, injusticias, esclavistas, proxenetas) para intentar alejarlos de la memoria familiar, pero esta queda impregnada energéticamente de estos sucesos y, al no encontrar donde ubicarlos o situarlos, se produce un desorden energético en la familia, es por ello que los perpetradores del sistema también pertenecen, así pues todos aquellos que le han hecho daño al sistema voluntaria o involuntariamente a través de cualquier acto que involucre deterioro para algún  miembros del sistema en cualquier generación.  Luego debemos incorporar a los excluidos sociales, es decir  aquellos que por convicción social nadie quiere aceptar ni ver (Prostitutas, borrachos, indigentes, los que no estudiaron, enfermos mentales, criminales), los podemos identificar porque tienen un rol que no le agrada a la familia, ejemplo la amante que no queremos reconocer. Ellos forman parte del sistema, su energía permanece y los que vienen después les darán su lugar hasta que sean llevados al corazón y reconocidos, nada de lo que alguien haga le puede privar de su derecho a la pertenencia. 
Equilibrio entre el dar y el tomar
Todo ser humano necesita encontrar un equilibrio entre dar y tomar (recibir), entre ganar y perder. Una relación tiende a romperse cuando la relación entre el dar y el tomar no está equilibrada. Si lo que se da no es compensado con lo que se recibe, surgirán problemas. Entre iguales, el vínculo supone un intercambio, un equilibrio entre lo que cada uno da al otro y cada uno toma del otro. Sin este intercambio equilibrado, el vínculo entre iguales no puede mantenerseCuando la relación no es proporcionada, es muy difícil soportar el desequilibrio. Por esta razón, no es conveniente dar mucho más de lo que el otro sea capaz de devolver, porque éste siempre se sentirá incómodo con la deuda. Cuando alguien no tiene posibilidad de conseguir un equilibrio proporcionado se generan conflictos que casi siempre conducen al fin de la relación.La vida viene de los padres, Hellinger, plantea “nacemos de unos padres. No hemos aterrizado desde la estratosfera por arte de magia. Nacer significa que no venimos a la vida desde la total autonomía, sino que venimos a la vida a partir de alguien, en el origen de la vida o de la existencia, el vínculo es de naturaleza desigual”  así pues los padres dan los hijos toman, es imposible devolver a los padres la vida, así que los padres no deben esperar que los hijos paguen por la vida, estos a su vez deben honrar la vida y sacar provecho a lo que les fue dado.
Orden en el sistema
Aquí nos referimos a el orden en que se establece la relación,   quien llego primero tiene prelación, por tanto es necesario honrar y respetar estos vínculos (aparentemente disueltos) ya que los que se fueron hicieron lugar físicamente para los que vieron después, sin embargo al no ser reconocidos por el sistema alguien posterior sufrirá las consecuencia y tratara de ocupar su lugar, expiando y sufriendo por una persona que no fue reconocida, honrada y respetada.Es bueno tener presente que el amor de parejas va primero que el de los hijos, pues primero se encontraron y reconocieron los padres, de igual manera un hijo primero es el primogénito y sigue siendo el primero así ocurra un aborto o muera prematuramente, igual pasa con los compañeros sexuales importantes el primero siempre tendrá un lugar, el primer esposo o esposa tiene prelación sobre el que le sigue.

LOS ÓRDENES DEL AMOR


La Constelación busca restablecer “El orden del amor” es decir las pautas y ordenamientos que rigen en lo esencial la vinculación dentro del sistema familiar. Estos órdenes son inconscientes y se conocen por los actos de las personas y los efectos de dichos actos dentro del sistema en cuestión.
Cuando se alteran los ordenes se bloquea el amor y el buen fluir de las relaciones entre los integrantes de la red familiar, del mismo modo en el sistema del que se trate. Como ya se sabe hay una conciencia familiar que vela por el cumplimiento de Los Ordenes en el sistema, imponiéndose a los deseos personales de cada miembro. Esa es la base fundamental de la terapia en constelaciones que pretende incluir a todos, que busca que se tomen en cuenta y sean mirados hasta los que pensamos que nos avergüenzan como parte de nuestras familias. En el sistema familiar todos tenemos un lugar y debemos ocuparlo.
La trasgresión de los órdenes del amor en las interacciones humanas será el origen de los conflictos y las discordancias internas que pueden llegar a manifestarse como patologías individuales, familiares, grupales o sociales. Cada ser humano trae en si mismo toda la información de sus antecesores tanto a nivel psíquico como a nivel físico. Es aquello que llamamos herencia y se encuentra impreso en lo más profundo de nuestro ser, en nuestros genes y en el inconsciente colectivo de nuestra familia y tiene la capacidad de ser transmitida de generación en generación.
Así pues algunos heredan la capacidad de ser el alma de la fiesta, otros los ojos grandes de la madre, alguien el cuerpo regordete de la abuela, quizás la sazón al cocinar, la capacidad de hacer música, ser comerciante o deportista, también se hereda la capacidad de perder niños espontáneamente, la lealtad de morir en un accidente, el amor es tan grande que puedo dañar mi vida para honrar al tío borracho que murió en la calle, en fin amamos a los nuestros, y los recordamos inconcientemente y eso es la herencia familiar, en realidad ellos no desean eso para nosotros ellos quieren que hagamos algo bueno con la vida, pero no somos concientes de tan grande amor, así pues heredamos el buen o mal carácter, gustos determinados, la diligencia, la fuerza y el compromiso o las tendencias depresivas, neuróticas, psicóticas u obsesivas que caracterizaron posiblemente alguno de nuestros antepasados.
Somos parte del campo morfogenético de nuestra especie y particularmente del campo morfogenético de nuestra familia. Allí se alberga toda la información de nuestra historia familiar la conozcamos o no. Esta historia está impresa en nuestras células llevando un orden que permite que la vida fluya a través de nosotros. Este orden se traducirá en bondades y también en conflictos no resueltos que se hayan podido generar en el seno de nuestras familias. Como mencionamos al inicio, analógicamente los seres humanos formamos parte de constelaciones que parten de ser familiares para ampliarse a otros grupos humanos.
Reconocernos como parte del conjunto, encontrar cual es nuestro lugar, responsabilizarnos de él, honrar a los que vinieron antes, incluir a los que fueron ocultados o no tomados en cuenta, agradecer la vida….es sanar.
Detrás de todo comportamiento, por extraño que parezca, actúa el amor. Y detrás de los síntomas que una persona presenta, siempre actúa el amor.”. “…también la solución pasa por el amor.” (Bert Hellinger).

La terapia familiar sistémica según el método de Bert Hellinger

La terapia familiar sistémica según el método de Bert Hellinger
El amor es para muchas personas un valor absoluto: lo consideran la fuerza que mueve el mundo; el amor todo lo puede; con el amor basta.

¿De verdad, eso es todo?. Con esta pregunta no pretendemos negar o criticar el valor del amor. Pretendemos, más bien, mirar de qué manera esto sucede o, con otras palabras, qué condiciones se necesitan para que el amor fluya en toda su fuerza y potencialidad. Es lo que Bert Hellinger llama “los órdenes del amor”.

Una imagen puede ayudarnos. Un río es una corriente de agua que discurre por un cauce. Sin cauce, el agua se desparrama. Entonces puede resultar fecunda o destructiva. También el cauce puede obturarse, y entonces el agua deja de fluir y se estanca. El cauce es, simplemente, necesario para que el agua llegue a su destino.

Nacemos de unos padres. No hemos aterrizado desde la estratosfera por arte de magia. Nacer significa que no venimos a la vida desde la total autonomía, sino que venimos a la vida a partir de alguien. Es decir: nacemos vinculados. Toda forma de existencia tiene esta naturaleza vinculada.

Entre iguales, este vínculo supone un intercambio, un equilibrio entre lo que cada uno da al otro y cada uno toma del otro. Sin este intercambio equilibrado, el vínculo entre iguales no puede mantenerse.

Pero en el origen de la vida o de la existencia, el vínculo es de naturaleza desigual. Un río procede de una fuente, y no al contrario. No hay río que suministre agua a su propia fuente. También es verdad que el río puede, más adelante, suministrar su agua a otros ríos, los cuales se alimentarán de aquél. Parece una obviedad: el río fluye en una dirección, y no en la contraria.

Esto no significa que los hijos no amen a sus padres. Significa que, a diferencia del amor entre iguales, que consiste en el intercambio equilibrado del dar y el tomar a que hemos hecho referencia, el amor entre padres e hijos responde a otra dinámica: los padres dan, los hijos toman. Los padres son los grandes, los anteriores, la fuente: el flujo natural de su amor como padres es el de dar. Los hijos son los pequeños, los posteriores y, en consecuencia, toman.

Este equilibrio desigual se rompe cuando un hijo, por ejemplo, pretende ser más grande que sus padres. Bert Hellinger llama a esto “arrogancia”. El hijo dice a los padres: “soy mejor que vosotros, lo hago mejor que vosotros”. Ciertamente el río puede llegar lejos, y sin duda los padres se alegrarán de ello. La fuente se siente satisfecha de lo lejos que puede llegar el río. Pero esto no hace al hijo más grande que sus padres: continuará siendo tributario de ellos, en el sentido de que jamás podrá devolverles lo recibido, como el río no puede alimentar a su fuente. El amor consiste, entonces, en respetar su grandeza, tomar lo que recibe y mostrar gratitud.

El equilibrio también se rompe, por tanto, cuando el hijo se niega a tomar. El hijo dice a sus padres: “no quiero lo que me dais” o “no lo quiero a ese precio”. Sencillamente, esto no es posible. Tenemos aquí una especie de autosuficiencia, el río pretende que por él discurran otras aguas diferentes a las que recibe, como si pudiera decidir quién es a base de ignorar de dónde viene.

Estos órdenes del amor no son para nada preceptos morales. Son, sencillamente, condiciones básicas para que el amor fluya, para que el agua no se disperse o no se estanque. Quienes pretendan ignorar estas condiciones tendrán, con toda seguridad, importantes dificultades para experimentar el amor en su vida. Así de simple: nadie puede verdaderamente amar si primero no sabe recibir y agradecer.

Esto que decimos de padres e hijos tiene, como es natural, valor extensivo a las diferentes generaciones. En el seno de lo que Bert Hellinger llama “alma familiar”, todos tienen un lugar de dignidad y de respeto. Y todos quiere decir, exactamente, “todos”. Y significa algo muy preciso y de gran importancia en este ámbito de los órdenes del amor: el alma familiar no acepta exclusiones. Cuando alguien es excluido, el flujo del amor se resiente.

Hay muchas formas de excluir: ignorar, olvidar o marginar, son algunas de ellas. Pero también se excluye a alguien juzgándolo y condenándolo, o descalificándolo de muchas maneras: “la abuela fue una puta”; “el abuelo fue un borracho”; “tu tío estaba loco y nos hizo sufrir mucho”. No se trata aquí de perdonar nada, sino de comprender que nada de lo que alguien haga le puede privar de su derecho a la pertenencia. A veces la víctima se cree con el derecho a ser verdugo: esta actitud no sólo no arregla nada, sino que perturba aún más los órdenes del amor: alguien posterior asumirá un destino semejante al de la persona excluida. En este sentido, cualquier venganza, o arrogancia, o desorden, se convierte en una especie de boomerang. Alguien posterior sufrirá las consecuencias, y nadie encontrará explicación a su sufrimiento.

Estamos hablando de lo que Bert Hellinger llama “destino ciego” o “amor ciego”. Amor ciego es el del hijo que, para compensar la marginación que sufrió alguien anterior, asume, sin saberlo, su mismo destino. Amor ciego es el del hijo que, viendo que sus padres han sido infelices, no se permite a sí mismo ser feliz, como si al serlo se convirtiese en una especie de traidor. En este caso, aunque aquí no se trate de una exclusión, el hijo no toma de sus padres o pretende, con su infelicidad, ser digno de ellos o compensarles de alguna forma. Trabajo inútil: la ceguera la produce, en este caso, la idea de que se puede compensar una desgracia con otra desgracia, convirtiendo así en estéril el sufrimiento de los padres. No hay mejor manera de “purgar” la infelicidad de los que nos precedieron que llevar una vida feliz y fecunda.

A veces pensamos que la vida nos pertenece, o que podemos hacer con ella lo que queramos. Probablemente es más cierto lo contrario: nosotros somos los que pertenecemos a la vida que, querámoslo o no, tiene sus reglas, llenando de dicha a quien, humildemente, recoge todo de quienes le precedieron, reconoce a todos su lugar y se abre a intercambiar y a transmitir lo recibido. La pretensión de otra cosa solo acarrea, como atestiguan diversas tradiciones, la expulsión del Paraíso.

los ordenes familiares Los Ordenes del Amor en Mivida

Pertenencia
Orden Familiar
Jerarquía
Equilibrio entre dar y recibir


¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.


cada persona ha de saber afrontar sus Retos No rescataras a las Personas

Si la persona está en el papel de salvador tiene que salir de la posición “yo tengo la razón y el otro me necesita ” y mostrar empatia hacia el otro .Las preguntas pueden ser :
  • ¿Que actitud puedo adoptar para ayudar a esa persona a resolver por si misma el problema?
  • ¿ Si necesito reconocimiento ¿Como puedo conseguirlo de otra manera?
El triángulo  dramático es uno de los muchos juegos psicológicos identificados y analizados por Berne .Cuando no estamos atentos  es mas fácil caer  en un juego psicológico. Preguntas como las que he planteado nos ayudan a aumentar el nivel de consciencia y a poder decidir si entramos o no en un juego. 
 El primer mandamiento de Karpman es no rescatarás a personas que puedan valerse de sí mismas. Si lo haces, les estarás librando de sus responsabilidades y les impedirás que tomen sus propias decisiones y encuentren su camino.
Gracias a nuestra naturaleza empática estamos siempre dispuestos a ayudar a las personas que se encuentran indefensas y que no pueden valerse por sí mismas. Esta condición es uno de los valores más bellos de nuestra especie. Sin embargo, cuando lo hacemos con personas que no lo necesitan les estamos haciendo daño, pues caemos en una trampa de codependencia en la que hacemos cosas que no queremos hacer y hacemos más cosas de las que nos corresponden. Y esto generará sentimientos de ira y frustración tanto en el Rescatador como en la Víctima a la que aspira a rescatar.
El segundo mandamiento de Karpman es no ejercerás de Víctima, salvo que realmente no puedas valerte de tí mismo y necesites la ayuda y el rescate de los demás.
Cuando asumimos el rol de la Víctima, al igual que sucede con el rol de Rescatador, acabamos albergando sentimientos de ira y frustración. Estos sentimientos se disparan porque la Víctima se siente degradada y tratada como un caso de caridad. O, tal vez, porque se siente humillada y resentida. O, simplemente, porque toma consciencia de la ira y el desprecio del Rescatador.
El tercer mandamiento de Karpman es no Perseguirás. Los sentimientos de ira y frustración que experimentamos desde el rol de Víctima o de Rescatador nos llevan a enfadarnos con el otro y a asumir el rol del Perseguidor.
Perseguimos cuando juzgamos y criticamos a los demás, cuando predicamos lo que deberían hacer y cuando les castigamos. Cuando perseguimos lo hacemos desde la superioridad, desde el sentimiento de que las demás personas están en un plano inferior. Y podemos hacerlo tanto desde la frialdad y la sutilidad como desde la violencia y la agresividad.
Si no cumples los tres mandamientos de Karpman entrarás, como penitencia, en un triángulo dramático. Tú y las personas que te acompañan os veréis arrastrados en una dinámica por las que ireis rotando, de manera aleatoria, por los papeles de Rescatador, Perseguidor y Víctima.
Buen viaje.
NOTAS
Las distinciones Rescatador, Perseguidor y Víctima, así como el triángulo dramático se la debemos a Stephen Karpman. Puede conseguir más información en el siguiente enlace.
Como suele hacerse en los documentos sobre Análisis Transacional he utilizsdo las mayúsculas para referirme a los roles que desempeñamos cuando ocupamos posiciones dentro del triángulo, al objeto de diferenciarlas de las situaciones en la que la vida nos convierte en rescatadores, perseguidores o víctimas fuera de esta dinámica.

Educación S XXI

1.-Respeto
2.-Centrada en El Alumno
3.-Dejar que se dediquen a lo que les Gusta
4.-Integración
5.-Atención Muy personalizada
6.-Cada uno lo que le gusta
7.-Más Libertad
8.-Deporte
9.-Educación Emocional
10.-Idiomas
11.-Fomenta la Autoestima
12.-Educar es Motivar
13.-Cada uno su Talento
14.-Colaboración Social: Se necesita toda la Tribu

La Educación del SXXI

Los 20 retos de la educación del siglo XXI

Día 11/12/2013 - 12.36h

¿Sabes qué recursos necesitará tu hijo para adaptarse a los cambios futuros?

Hoy día ya no sirve la escuela ni los modelos de aprendizaje de hace cien años. La sociedad 2.0, nuestro presente, dará pie a la futura sociedad 3.0 que demanda individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes en las TIC, autónomos, con altos dotes sociales,que se adapten fácilmente a los ambientes laborales, capaces de trabajar con cualquier persona, en cualquier lugar y momento. Los niños de hoy no sabemos qué serán en el futuro, pero deberán tener los recursos necesarios para adaptarse a lo que venga.
Algunos expertos intuyen los caminos por donde avanzar. Por ejemplo, en creatividad, que genera oportunidades para que se desarrolle el talento, como defiende Richard Gerver. Y sin embargo, la escuela de hoy condena esa creatividad, en opinión de este experto en educación. «Se nace siendo creativo —afirma—, es parte de nuestra inteligencia natural y es lo que diferencia a los seres humanos de las demás especies. El 80% de los aprendizajes se producen antes de los cinco años, después de esta edad a los niños se les empieza a dirigir ordenándoles qué deben hacer, cómo hacerlo y en qué plazos. Esto termina por obstruir las vías de creatividad que estos jóvenes poseen».

Dieciocho meses de trabajo

Hay otros muchos ámbitos nuevos que explorar y desarrollar desde la escuela. La educación emocional en edades tempranas, propone Jannet Patti, otra educadora reconocida internacionalmente. «Ésta debe comenzar en la educación infantil y transcurrir a lo largo de toda la vida, permite al individuo afrontar mejor los retos de la vida y tiene como finalidad el desarrollo del bienestar personal y social. No debemos olvidar que las emociones tienen un valor adaptativo porque nos protegen de peligros, son valiosos recursos de información porque nos pueden hacer ver qué sienten otros y, finalmente, las emociones no pueden estar separadas de la cognición y las habilidades sociales».
Gran parte de la comunidad educativa aboga por un revolucionario cambio en la forma de enseñar, de aprender... en la escuela para formar a los ciudadanos del futuro. La Fundación Telefónica ha abierto un espacio para dar cabida a todas estas opiniones críticas y nuevos modelos de pensamiento. Durante 18 meses, ha preguntado a diversos expertos internacionales y a toda la comunidad educativa cómo debería ser la educación del siglo XXI. Gurús y expertos como Richard Gerver, Alejandro Piscitelli, Judi Harris, Jannet Patti, David Alburu, Fernando Savater, Geroge Siemens... han participado en este debate a través de actividades en la red y eventos presenciales ennueve países diferentes (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, México, Perú y Venezuela).
Estos son los retos que todos ellos plantean para la educación del futuro:
1. Hay que formar al ciudadano del siglo XXI: la sociedad del siglo XXI requiere individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes con el mundo digital, con altos dotes sociales y que se adapten a ambientes laborales diversos.
2. La inclusión social como eje: es trascendental el establecimiento de políticas públicas regionales para el desarrollo sostenible en el que uno de los pilares sea la inclusión social.
3. Se requiere liderazgo institucional: la cultura digital lleva años instaurada en la sociedad. Las instituciones educativas no pueden permanecer ajenas, por lo que se torna fundamental un liderazgo institucional basado en la construcción de un sentimiento de comunidad sólido, unido a un uso de las TIC desde y para la pedagogía y el currículo del centro.
4. Extraer la inteligencia colectiva: en una sociedad cada vez más compleja sobrevivir en ella depende cada vez más de una inteligencia colectiva. El ser humano es social por naturaleza, por lo que ha de aprovechar las posibilidades abiertas de la sociedad digital.
5. Contenidos + Pedagogía + Tecnología: la intersección entre tres factores fundamentales son claves para la introducción de las TIC en los procesos educativos: sólidos conocimientos de los contenidos, dominio de competencias pedagógicas y manejo de herramientas tecnológicas y sus posibles aplicaciones. La tecnología no reinventa a la pedagogía, sólo amplía sus posibilidades.
6. Las TIC implican nuevos métodos de evaluación: aprender utilizando las TIC requiere un planteamiento metodológico distinto al de adquisición de meros contenidos. Evaluar este tipo de aprendizajes no debe centrarse, por tanto, en determinar el éxito en adquisición de contenidos sino en el dominio de las competencias del siglo XXI.
7. Hay que romper el mito de los nativos digitales, es decir, la consideración de que todos los jóvenes son nativos digitales y dominan las TIC para usos de provecho en el siglo XXI.
8. Fomento de la creatividad: existe una inminente necesidad de repensar los sistemas educativos para evitar ahogar la creatividad de los aprendices. Es decir, enterrar un sistema educativo basado en el control e instaurar uno de empoderamiento. El alumno nace siendo creativo y el sistema educativo ha de generar las condiciones para que pueda seguir desarrollando esa creatividad.
9. Importancia de la educación emocional: la finalidad principal de la Educación es que cada sujeto pueda alcanzar un grado óptimo de bienestar social y emocional, por lo que la educación emocional debe ocupar un lugar privilegiado en los sistemas educativos. Para ello los programas de formación docente deben dedicar una mayor atención a tales competencias.
10. Cooperación necesaria entre familia, escuela y comunidad:la educación no es exclusiva de las instituciones educativas: es posible aprender en cualquier lugar de la sociedad. Para ello debe existir conexión y cooperación entre familia, escuela y comunidad. La educación es una cuestión de toda la sociedad.
11. Liderazgo sin burocracia: el liderazgo en una institución educativa debe tener como finalidad principal la mejora educativa de los discentes, con un liderazgo centrado en la pedagogía y alejado de la pura burocracia. Todos los agentes de la comunidad educativa deben estar implicados en la consecución de las metas del centro.
12. Objetivo: desarrollo de competencias. Los cambios de sistema educativo deben orientarse hacia la mejora competencial de los estudiantes. La sociedad digital requiere de competencias que los sistemas educativos han de desarrollar (autonomía, adaptación, tratamiento de la información, etc.), reformando el currículo. Se requerirá de unidades didácticas más simples basadas en tales competencias útiles para la inserción social, aprendiendo de forma conectada en red.
13. Foco en los intereses del aprendiz: el aprendizaje debe producirse de forma natural, partiendo de los intereses del aprendiz, teniendo en cuenta lo que ya sabe, desde la práctica y de cometer errores para ser reorientado por el docente.
14. Un nuevo rol del profesor y su formación: desde la transmisión de contenidos a la orientación y apoyo del alumno, generando las condiciones para que sea éste el que, de manera activa y experimental, construya su propio conocimiento. Ello comporta que la formación docente se reconfigure, contemplando de forma más sólida el uso pedagógico de los entornos digitales para la sociedad del siglo XXI.
15. Nueva ecología del aprendizaje: existe una nueva ecología del aprendizaje que está reconfigurando la educación. Volvemos a entenderla en su sentido amplio, más allá de su simple consideración como escolarización.
16. El reto de considerar todos los ámbitos educativos posibles:existe una necesidad de disrupción en el sistema educativo planteado como ente aislado de la sociedad. Los aprendizajes producidos en ambientes no formales e informales crecen a un ritmo vertiginoso y no quedará más remedio que considerar los beneficios de todos estos ámbitos educativos.
17. Interactuación sobre los contenidos: el aprendizaje no está en los contenidos sino en las interacciones que se producen alrededor de ellos. El aprendizaje en red a través de interacciones debe consistir en agregar, remezclar y poner en práctica los conocimientos.
18. Una formación adaptada a las demandas: la construcción del currículo que deberá configurar los nuevos perfiles que demanda la sociedad tendrá que hacerse entre todos los agentes involucrados en su desarrollo. La sociedad y las escuelas deben colaborar para adaptar la formación a las demandas sociales del siglo XXI.
19. Se trata de formar a ciudadanos, no solo a profesionales eficientes: un sistema educativo abierto a la comunidad y basado en aprendizajes colaborativos que implican a toda la sociedad. La labor de este sistema no es formar a ciudadanos únicamente para ser útiles a un mercado, sino formar a ciudadanos capaces de desenvolverse en todos los niveles sociales.
20. Evitar la ansiedad tecnológica: la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, es imposible predecir qué tipo de tecnología habrá en un futuro próximo. Lo que sí tendrá que hacer la sociedad, es diseñar cómo quiere que sea la educación del siglo XXI, la tecnología que acompañará será la que esté disponible llegado el momento de la implantación.

"La creatividad se aprende igual que se aprende a leer"

"La creatividad se aprende igual que se aprende a leer"

03/11/2010 - 03:09
"La creatividad se aprende igual que se aprende a leer"
Foto: Marc Arias
Buscando la 'zona'
Salgo tan inspirado de la entrevista a Ken Robinson que no me resigno a reducirla a esta Contra. Así que, si ustedes me lo piden, explicaremos de su mano en breve cómo encontrar nuestro elemento creativo. Porque a ser innovador se aprende igual que a sumar: a cualquier edad y en cualquier circunstancia, con la única condición de tener ganas. Robinson precisa cómo lograrlo en el informe que está transformando la educación británica. Y me anima a desaprender lo mal aprendido en el cole y a arriesgarme con ustedes a renovarnos hasta encontrar nuestra propia zona,nuestro mentor y tribu creativa, para alcanzar la misma e intensa conexión con la vida que gozaron Einstein o Mozart.
Un día visitando un cole vi a una niña de seis años concentradísima  dibujando. Le pregunté: "¿Qué dibujas?". Y me contestó: "La cara de Dios".

¡. ..!
"Nadie sabe cómo es", observé. "Mejor - dijo ella sin dejar de dibujar-,ahora lo sabrán".

Todo niño es un artista. 
Porque todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tienen ningún miedo a equivocarse... Hasta que el sistema les va enseñando poco a poco que el error existe y que deben avergonzarse de él.

Los niños también se equivocan. 
Si compara el dibujo de esa niña con la Capilla Sixtina, desde luego que sí, pero si la deja dibujar a Dios a su manera, esa niña seguirá intentándolo. El único error en un colegio es penalizar el riesgo creativo.

Los exámenes hacen exactamente eso.
 
No estoy en contra de los exámenes, pero sí de convertirlos en el centro del sistema educativo y a las notas en su única finalidad. La niña que dibujaba nos dio una lección: si no estás preparado para equivocarte, nunca acertarás, sólo copiarás. No serás original.

¿Se puede medir la inteligencia? 
La pregunta no es cuánta inteligencia, sino qué clase de inteligencia tienes. La educación debería ayudarnos a todos a encontrar la nuestra y no limitarse a encauzarnos hacia el mismo tipo de talento.

¿Cuál es ese tipo de talento? 
Nuestro sistema educativo fue concebido para satisfacer las necesidades de la industrialización: talento sólo para ser mano de obra disciplinada con preparación técnica jerarquizada en distintos grados y funcionarios para servir al Estado moderno.

La mano de obra aún es necesaria. 
¡Pero la industrialización ya no existe! Estamos en otro modo de producción con otros requerimientos, otras jerarquías. Ya no necesitamos millones de obreros y técnicos con idénticas aptitudes, pero nuestro sistema los sigue formando. Así aumenta el paro.

Pero se nos repite: ¡innovación! 
La piden los mismos que la penalizan en sus organizaciones, universidades y colegios. Hemos estigmatizado el riesgo y el error y, en cambio, incentivamos la pasividad, el conformismo y la repetición

No hay nada más pasivo que una clase. 
¿Es usted profesor, verdad? Las clases son pasivas porque los incentivos para estar calladito y tomar apuntes que repetirá son mayores que los de arriesgarse a participar y tal vez meter la pata. Así que, tras 20 años de educación en cinco niveles que consisten en formarnos para unas fábricas y oficinas que ya no existen, nadie es innovador.

¿Cuáles son las consecuencias? 
Que la mayoría de los ciudadanos malgastan su vida haciendo cosas que no les interesan realmente, pero que creen que deben hacer para ser productivos y aceptados. Sólo una pequeña minoría es feliz con su trabajo, y suelen ser quienes desafiaron la imposición de mediocridad del sistema.

Tipos con suerte... 
Son quienes se negaron a asumir el gran error anticreativo: creer que sólo unos pocos superdotados tienen talento.

"Sé humilde: acepta que no te tocó". 
¡Falso! ¡Todos somos superdotados en algo! Se trata de descubrir en qué. Esa debería ser la principal función de la educación. Hoy, en cambio, está enfocada a clonar estudiantes. Y debería hacer lo contrario: descubrir qué es único en cada uno de ellos.

¿La creatividad no viene en los genes?
 
Es puro método. Se aprende a ser creativo como se aprende a leer. Se puede aprender creatividad incluso después de que el sistema nos la haya hecho desaprender.

Por ejemplo... 
Soy de Liverpool y conozco el instituto donde recibieron clases de música mi amigo sir Paul McCartney y George Harrison... ¡Dios mío! ¡Ese profesor de música tenía en su clase al 50 por ciento de los Beatles!

Y... 
Nada. Absolutamente nada. McCartney me ha explicado que el tipo les ponía un disco de música clásica y se iba a fumar al pasillo.

A pesar del colegio, fueron genios. 
A Elvis Presley no lo admitieron en el club de canto de su cole porque "desafinaba". A mí, en cambio, un poliomielítico, me admitieron en el consejo del Royal Ballet...

Ahí, sir, acertaron de pleno. 
Allí conocí a alguien que había sido un fracaso escolar de ocho años. Incapaz de estar sentada oyendo una explicación.

¿Una niña hiperactiva? 
Aún no se había inventado eso, pero ya se habían inventado los psicólogos, así que la llevaron a uno. Y era bueno: habló con ella a solas cinco minutos; le dejó la radio puesta y fue a buscar a la madre a la sala de espera; juntos espiaron lo que hacía la niña sola en el despacho y... ¡estaba bailando!

Pensando con los pies. 
Es lo que le dijo el psicólogo a la madre y así empezó una carrera que llevó a esa niña, Gillian Lynne, al Royal Ballet; a fundar su compañía y a crear la coreografía de Cats o El fantasma de la ópera con Lloyd Webber.

Si hubiera hecho caso a sus notas, hoy sería una frustrada. 
Sería cualquier cosa, pero mediocre. La educación debe enfocarse a que encontremos nuestro elemento: la zona donde convergen nuestras capacidades y deseos con la realidad. Cuando la alcanzas, la música del universo resuena en ti, una sensación a la que todos estamos llamados.


Leer más: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20101103/54063818455/la-creatividad-se-aprende-igual-que-se-aprende-a-leer.html#ixzz3NBur7wnL
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viernes, 26 de diciembre de 2014

¿Qué le puede aportar a su empresa un deportista de élite?




    ¿Qué le puede aportar a su empresa un deportista de élite?

    24.12.2014MADRIDVíctor M. Osorio . Siga al autor en0
    Son personas competitivas, disciplinadas y luchadoras, pero les falta formación.
    Carlos Antón aplica en Oracle la entrega y el sacrificio que le enseñó el deporte.
    Carlos Antón aplica en Oracle la entrega y el sacrificio que le enseñó el deporte.
    "He fallado más de 9.000 tiros durante mi carrera. He perdido al menos 300 partidos. Creí 26 veces que metería la canasta ganadora, pero no entró. He fallado una y otra vez a lo largo de mi vida. Y por eso, tuve éxito". Gerardo Seeliger, profesor de IE Business School, utiliza estas palabras de Michael Jordan, para explicarle a los deportistas profesionales las grandes posibilidades laborales que tienen cuando acaban su carrera."Cuentan con cualidades impresionantes, sólo necesitan ser conscientes de ello y sacarlas", asegura Seeliger, que participó en el equipo olímpico español de vela en Múnich 1972.
    "Hablamos de personas que han adquirido virtudes muy importantes para el desarrollo de funciones propias de las empresas. Los deportistas de disciplinas individuales saben lo que es la constancia, el afán de superación, la iniciativa, la concentración y la toma rápida de decisiones. Los que practican deportes de equipo tienen todo eso, pero además gozan de visión de conjunto, generosidad y lealtad", sostiene Sandalio Gómez, que dirige el Center for Sport Business Management de IESE.
    Para lograr la excelencia, los deportistas tienen que rendir al máximo, tener una actitud ganadora y entrenar duro, pero también adquirir una forma de trabajar que mucho tiene que ver con el día a día de la oficina. ¿Les suena eso de poner el foco en el objetivo, tener una estrategia bien definida, liderar a un equipo y ser innovador? ¿No son cualidades que firmaría tener toda empresa y que están presentes en cada equipo de fútbol, baloncesto, Fórmula 1 o MotoGP?También tienen déficitsLos deportistas no cuentan sólo con ventajas a la hora de dar el salto al mundo laboral, un paso que no siempre es sencillo. "A muchos les falta una formación básica y carecen de la costumbre de trabajar en ambientes diferentes. Además, a veces no llegan a asumir que ya no están en la élite y tienen actitudes egoístas o la necesidad de destacar. Si no hay una adaptación, muchos se acaban estrellando", opina Gómez.
    La experiencia de Seeliger le hace tener una opinión similar. "Los deportistas deberían tener una formación en paralelo a su actividad deportiva, pero muchos no se preocupan de ello. Cuando practicaba vela, a veces pasábamos nueve meses al año en el extranjero, lo que hace difícil de explicar que muchos de mis compañeros no supieran hablar inglés", señala.
    Y es que, como apunta Ceferí Soler, profesor de Esade, aunque "las empresas del deporte invierten mucho más en la creación de talento que las compañías", esa formación "se centra en la actividad deportiva, lo que hace que no siempre se esté preparado para dar el salto al mundo laboral". Eso explicaría el escaso número de deportistas profesionales con éxito en la empresa española, a diferencia del modelo que impera en EEUU, donde deporte y formación van de la mano en la universidad.