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domingo, 2 de mayo de 2010

Ser Fuertes

Existen áreas prioritarias que, muchas veces, escapan a la atención de los padres.

14. Es conveniente brindar a los hijos no sólo la posibilidad de lograr objetivos con esfuerzo, sino que aprendan a resistir.

15. Hay que estimular a los hijos para que, por propia iniciativa, emprendan caminos de mejora que supongan un esfuerzo continuo.

16. Habrá que enseñarles algunas cosas que realmente valen la pena, que "queman" por su importancia.

17. También deberemos enseñarles a tomar postura, a aceptar criterios, a ser personas capaces de vivir lo que dicen y lo que piensa. Enseñarles a ser congruentes

18. También los padres, como ejemplo para nuestros hijos, deberemos tener siempre una tendencia a la superación personal.

19. Cuando los adolescentes comienzan a tomar decisiones propias, pueden caer en la indiferencia, rechazando las opiniones y posturas de los demás pero sin ser capaces de llegar más allá del rechazo. De esta manera cualquier persona con intención puede moverlo, porque no será fuerte. Si el adolescente no tiene desarrollados los hábitos relacionados con la fortaleza, aunque quiera mejorar, no será capaz de aguantar las dificultades.

20. La fuerza interior tiene que basarse en la vida pasada.

21. Si los adolescentes son fuertes es el momento de su vida en que tienen más posibilidades de ser generosos, de ser justos, etc. Porque están movidos, por naturaleza por un fuerte idealismo.

22. El desarrollo de la fortaleza apoya el desarrollo de todas las demás virtudes.

23. La única manera de asegurarnos que los hijos sobrevivan como personas humanas, dignas de ese nombre, es llenarles de fuerza interior, de tal modo que sepan reconocer sus posibilidades, y reconocer la situación real que los rodea para resistir y acometer, haciendo de sus vidas algo noble, entero y viril.

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