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viernes, 16 de diciembre de 2011

Niños con Altas Potencialidades

1- Introducción.
2- Primeros síntomas de la superdotación.
Tabla comparativa: Hitos del desarrollo normal o avanzado

3- Características fundamentales en la infancia
4- Dificultades y pruebas para la detección precoz
5- Características generales y problemas asociados
6- Orientaciones generales para padres y familia
7- Enlaces de interés: Actividades, Asociaciones y Centros especializados



Intervención psicoeducativa del superdotado en el aula.

1- Introducción

La superdotación o altas capacidades es un concepto todavía controvertido y no exento de polémica respecto a su significado, evaluación e intervención. Todo el mundo sabe, sin embargo, que se trata de un término que se utiliza para designar a aquellos niños que poseen una alta inteligencia. Otra cuestión es qué entendemos por inteligencia y como podemos medirla para establecer unos criterios fiables de identificación entre niños con aparentes buenas capacidades.
El primer psicólogo que utilizó la palabra “superdotado” fue el estadounidense Lewis Terman (1.932) para referirse a los sujetos que estén en la franja superior del 1% en los resultados de inteligencia general evaluada mediante las escalas Stanford-Binet.
Más adelante fue cogiendo relevancia el concepto de C.I. (Cociente Intelectual), para considerar al superdotado como el sujeto que obtenía una puntuación igual o superior a un valor de 130.
Evidentemente, estos estudios basaban sus apreciaciones sólo en la consecución de un determinado nivel intelectual medido mediante pruebas específicas. No obstante, hoy en día, sabemos que la superdotación incluye, además, una serie de características y capacidades que van más allá de un simple número. Por tanto, un CI igual o superior a 130 o una capacidad intelectual elevada serían una condición necesaria pero no suficiente.
En esta página intentaremos aportar más datos acerca de todo ello.

2- Primeros síntomas de la superdotación

Muchos padres sospechan de altas capacidades en sus hijos pero no siempre estas se confirman. Hay que diferenciar entre niños avanzados (respecto a su edad cronológica), niños con talento en ciertas áreas (música, dibujo, etc.) y niños con superdotación.
Todos estos niños suelen ser despiertos, curiosos, se interesan activamente por su entorno pero son, ante todo, niños con unas necesidades propias de su edad cronológica independientemente de su nivel de inteligencia. Por todo ello se hace necesario recordar que también sus necesidades psicológicas y afectivas deben ser atendidas y la intervención no debe centrarse únicamente en desarrollar su potencial intelectual.

Respecto al hecho diferencial de la superdotación, en las primeras etapas evolutivas, podemos sospecharlas a partir del desarrollo avanzado del bebé tomando como referencia los logros esperados a una determinada edad y su consecución de forma anticipada.
Hay que tener en cuenta que cada niño sigue su propio curso de maduración cognitiva y puede que, en un momento dado, alcance anticipadamente una determinada habilidad en un área concreta pero puede ser más lento en conseguir otras.
Lo que sí parece claro es que los niños superdotados exhiben un talento precoz. Así asumen anticipadamente la capacidad para emitir frases completas cuando otros niños de su edad están en el período de emisión de palabras sueltas. Igualmente pueden percibir detalles del entorno en los que ni siquiera los adultos reparan o mostrar una sensibilidad hacia ciertos temas exagerada por su edad. No obstante, no todo es positivo, ya que al aprender rápido pueden llegar a hacerse pesados y agotar literalmente a padres y maestros ante una avalancha de preguntas incesantes y la necesidad de profundizar en cualquier tema que les llame la atención.

A continuación exponemos una tabla comparativa entre el desarrollo normal y el desarrollo avanzado del bebé (Harrison, 1995). Si a partir de esta tabla comprueba que su hijo va obteniendo unos logros a una edad anterior a la que le corresponde por su edad cronológica, puede indicarnos la sospecha de una posible superdotación.

Hitos del Desarrollo en meses (Harrison 1.995)
Áreas de desarrollo Desarollo normal Desarrollo avanzado (30%)
Desarrollo Motor Grueso:
Rueda sobre sí mismo 3 2,1
Se sienta solo 7 4,9
Permanece de pie solo 11 7,7
Camina solo 12,5 8,8
Sube las escaleras 18 12,6
Pasa las páginas de los libros 18 12,6
Corre bien, con soltura 24 16,8
Salta con ambos pies 30 21
Utiliza los pedales del triciclo 36 25,2
Tira la pelota sin dificultad 48 33,6
Salta con los pies alternos 60 42

Desarrollo Motor Fino:
Juega con el sonajero 3 2,1
Retiene objetos entre el dedo y el pulgar 9 6,3
Garabatea espontaneamente 13 9,1
Dibuja personas diferenciando las dos partes del cuerpo 48 33,6
Dibuja personas con un cuerpo reconocible 60 42
Dibuja personas con cuello, manos y ropa 72 50,4

Desarrollo del lenguaje:
Vocaliza dos sonidos diferentes 2,3 1,6
Dice su primera palabra 7,9 5,5
Responde a su nombre 9 6,3
Parlotea con entonación 12 8,4
Tiene un vocabulario de 4-6 palabras 15 10,5
Nombra un objeto 17,8 12,5
Posee un vocabulario de unas 20 palabras 21 14,7
Combina varias palabras espontaneamente 21 14,7
Usa frases simples 24 16,8
Utiliza pronombres personales 24 16,8

3- Características fundamentales en la infancia

Diferentes asociaciones y autores han tratado de sintetizar las características fundamentales que presentan los niños superdotados en la infancia. Debemos destacar al respecto la propuesta por la Queensland Association for Gifted and Talented Children Inc. (QAGTC) de Australia con el fin de unificar criterios y servir de base en la intervención psicoeducativa y dotar a los padres de orientaciones precisas.

Entre otras características, los niños superdotados de edades comprendidas entre 2,6 y 5,6 años presentarían las siguientes:

a) Desarrollo avanzado.
La precocidad en los diferentes hitos evolutivos se hace presente desde los primeros meses de vida. Se anticipa el caminar, el lenguaje, etc. Siente interés rápidamente por los libros y algunos de ellos pueden ser lectores precoces.

b) Interés por el aprendizaje.
El aprendizaje se asume con gran facilidad.
Su gran memoria les permite absorber literalmente cualquier tipo de información. Pueden mostrar áreas de interés concreto sobre temas sociales, de la naturaleza, sobre el universo u otros buscando activamente información.

c) Profundizar en los conocimientos.
Estos niños necesitan profundizar de forma exagerado en los diferentes aprendizajes de su interés. A menudo actúan como lo haría un filósofo o un científico intentando averiguar y dar una explicación lógica a aquello que les interesa.

d) Alto nivel de actividad.
Suelen ser niños inquietos, a veces hiperactivos, con necesidades de sueño reducidas. Realmente agotadores para los padres dada su incesante búsqueda de explicaciones.

e) Precaución y temores.
Debido a su carácter analítico y necesidad de ir más allá, los niños con superdotación pueden mostrarse cautelosos ante nuevas situaciones. En estos casos, antes de actuar, analizarán el entorno y trataran de minimizar el riesgo de fracaso ante cualquier reto que se pueda generar. Su patrón de actuación es primero observar y después actuar según un plan lógico derivado de su análisis previo. Suelen sentir mucho temor ante la posibilidad de un posible fracaso.

f) Sensibilidad.
Un rasgo bastante común en este colectivo es la gran sensibilidad y empatía que muestran respecto a temas como el maltrato a personas o animales, la injusticia social, etc. Pueden llegar a ser muy críticos consigo mismos y cuando se sobrecargan con sus sensaciones pueden volverse introvertidos y reservados.

g) Desarrollo desigual.
El desarrollo de los niños con superdotación no sigue un curso homogéneo en las diferentes áreas. Algunos autores hablan de “disincronía evolutiva” para explicar las discrepancias entre el desarrollo de su capacidad intelectual respecto de otras áreas como la conducta y, especialmente, la emocional. De esta forma es relativamente frecuente que se preocupen enormemente por conceptos como Dios, el mundo, la muerte, el universo, etc, pero a su vez no disponen, a nivel emocional, de la suficiente madurez para manejarlos debidamente y sin causarles desasosiego.
También puede resultar paradójico el hecho de que mostrando altas capacidades de comprensión puedan, en un momento determinado, reaccionar como un niño de su edad, con lloros, rabietas u otros. De hecho el niño reacciona emocionalmente de forma coherente a su edad cronológica.
Por su parte las adquisiciones motrices pueden desarrollarse más tarde y, por tanto, no corresponder sus habilidades intelectuales con sus destrezas manuales (dibujo, escritura…).

h) Capacidad precoz para diferenciar entre realidad y fantasía.
Otra de las características de este colectivo es el planteamiento temprano de cuestiones como la inevitabilidad de la muerte y preguntas recurrentes acerca de historias o cuentos para asegurarse de lo que puede o no ser real o suceder.

i) Interés temprano en cuestiones morales o sociales.
Suelen desarrollar una especial sensibilidad o conciencia acerca de problemas sociales, desigualdades, injusticias. También pueden preocuparse por temas como la guerra, medio ambiente, contaminación, violencia, etc. Frecuentemente se encuentran ante respuestas ambivalentes, dubitativas o poco precisas por parte de los adultos, lo que aumenta su temor o frustración al no hallar una explicación racional.

j) Mayor poder de razonamiento y manipulación.
Los niños superdotados utilizan como principal herramienta comunicativa el lenguaje que es donde marcan diferencias significativas con sus iguales. Ello unido a su capacidad de comprensión y razonamiento lógico los hacen muy proclives a defender con todo tipo de argumentos sus reivindicaciones, demandas o, a veces, caprichos. Si no se les aplica unos límites o disciplina “normal” como lo haríamos con otros niños pueden convertirse en pequeños manipuladores.

k) Habilidades Sociales.
Este es un punto clave en el desarrollo de los niños superdotados. Hemos comentado ya su gran comprensión del entorno, también del social, lo que puede desarrollar en ellos unas capacidades innatas de liderazgo en su grupo. No obstante, desde muy pequeños, pueden verse a sí mismos, como diferentes a los demás. Su sofisticado vocabulario, su sentido del humor, su perfeccionismo y, sobre todo, la constatación de que sus intereses especiales no son compartidos por sus compañeros, pueden dificultar en gran medida la integración en el grupo. Estos problemas pueden agravarse a medida que el niño crece y se acerca a la adolescencia, aumentando sensación de rechazo, incomprensión y baja autoestima.

l) Individualidad.
Normalmente estos niños son vistos como sujetos extraños, raros, extravagantes debido a su creatividad y fantasía así como un peculiar estilo y ritmo de aprendizaje.
Es muy importante que a estos niños no se les organice constantemente y que dispongan de su propio espacio para organizar y crear sus propias cosas.

m) Perfeccionismo.
Es otro de los rasgos nucleares. Con mucha frecuencia, necesitan profundizar en todos los aspectos de los temas de su interés y lo hacen con una avalancha de preguntas que pueden resultar agotadoras para los padres e impertinentes para los maestros.
Cuando no alcanzan las metas u objetivos que se han propuesto, suelen frustrarse y sentir gran desasosiego y ello puede conducirles a rehusar o abandonar la tarea antes que a rebajar el objetivo que se han impuesto.

4- Dificultades y pruebas detección superdotados

Hemos comentado al inicio de esta página que la superdotación incluye un CI igual o superior a 130 pero que esto sólo era una condición necesaria pero no suficiente. El etiquetaje de “superdotado” debe comprender además la presencia de algunas de las características de funcionamiento antes apuntadas durante la infancia.

Otro problema que cabe exponer y aclarar es que la medición del CI no supone una medida estable a lo largo del ciclo evolutivo del niño. Es decir, es más inestable a medida que reducimos la edad del niño evaluado. Así el valor del CI de un niño de 4 años puede sufrir un margen de variación significativo como consecuencia del propio proceso madurativo del niño. Por el contrario a partir de la adolescencia los valores presentan mayor estabilidad. En general podemos afirmar que hasta los 12 o 13 años debemos ser prudentes en la identificación de estos niños. Debemos saber diferenciar al “superdotado” de niños denominados “con maduración precoz” (consiguen ciertos hitos evolutivos antes de tiempo pero luego siguen un curso normal); “el niño con talento” (consigue destacar en un determinado aspecto cognitivo, en un área de conocimiento específica, pero no lo hace en otras); “el niño brillante” (caracterizado por una buena inteligencia y rendimiento académico pero no presentan otras peculiaridades como perfeccionismo, aburrimiento, curiosidad extrema, capacidad razonamiento, etc.).

Respecto a las pruebas para verificar el CI que no la superdotación tal como hemos insistido, destacamos las siguientes:

K-ABC: Batería Evaluación de Kaufman para niños (de 2,5 a 12,5 años)

WPPSI-III: Escala de inteligencia para preescolar y primaria (2,5 a 7,3 años)

WISC-IV: Escala de inteligencia de Wechsler para niños (6 a 17 años)

Otras pruebas complementarias para evaluar las diferentes capacidades, estilos cognitivos, potencial de aprendizaje o conducta:

DAT-5: Test de aptitudes diferenciales. Analiza 7 aptitudes básicas: Razonamiento verbal; Razonamiento numérico; Razonamiento abstracto; Aptitud espacial; Comprensión mecánica; Atención y dotes perceptivas y Ortografía.

EFAI: Prueba colectiva para la evaluación factorial de las aptitudes intelectuales. Aplicable a partir de los 8 años.

BAS-II: Prueba individual. Evalúa en profundidad la capacidad intelectual y las habilidades importantes implicadas en el aprendizaje. Aplicable de 2 a 17 años.

EPA-2: Para evaluación del potencial de aprendizaje. A partir de 5 años y aplicable colectivamente en pequeños grupos.

BASC: Prueba para la evaluación en niños y adolescentes de los aspectos adaptativos e inadaptativos de su conducta. Según edad contiene diferentes modelos (autoinforme, forma para padres y para maestros). Nos proporciona un perfil con el que podemos detectar la presencia de factores emocionales (retraimiento, somatizaciones, etc.) y de conducta (habilidades sociales, agresividad, atención, etc.).

5- Características generales y problemas asociados
Características: Posibles problemas asociados:
Patrón de aprendizaje rápido y con facilidad. Gran capacidad para la abstracción y el razonamiento lógico y crítico. Ven relaciones entre ideas y sucesos. Se aburren facilmente pudiendo llegar a frustrarse. Odian la momotonia, las repeticiones y el currículum superficial. Pueden llegar a ocultar sus capacidades para ser aceptados. Las actitudes de los adultos pueden percibirlas de forma negativa.
Gran capacidad verbal. Pueden aprender sin dificultad varias lenguas. Unido a su capacidad de razonar, el dominio de su discurso puede llegar a ser ofensivo para el otro interlocutor. Dificultad para escuchar a los demás. Gran capacidad para manipular si lo desea o conviene.
Alto nivel de activación. Cuando la energía que poseen no puede ser canalizada hacia objetivos de su interés pueden frustrarse. No soportan la inactividad. Generalmente necesitan menos horas de sueño.
Enorme curiosidad. Suelen adquirir demasiadas responsabilidades y actividades al mismo tiempo. Pueden parecer pedantes u obsesivos por su necesidad de profundizar en aspectos que para sus compañeros resultan intrascendentes.
Tienen una gran capacidad de concentración, ignorando su entorno cuando está ocupado en sus tareas. Es persistente en sus objetivos. Se resiste a ser interrumpido cuando algo es de su interés. No soportan horarios programados.
Son muy sensibles y necesitan soporte emocional y afectivo. Necesitan tener éxito. Son vulnerables al fracaso y al rechazo de sus compañeros. Se sienten confusos si sus pensamientos e ideas no son tenidos en cuenta. Muy sensibles a la crítica.
Gran capacidad de observación. Pueden "grabar" literalmente cualquier nueva situación extrayendo conclusiones y analizando con detalle aspectos que para otras personas pasan desapercibidos.
Perfeccionismo. Suelen ponerse metas altas. Si no las alcanzan pueden frustrarse e interrumpir nuevos intentos. Ello les provoca sentimientos inadecuados.
Preocupación por temas morales y propios de los adultos. Son idealistas y están muy preocupados con temas como la justicia, la libertad, el bien y el mal, etc. Intentan cambios en su entorno poco realistas. Al no conseguirlos surge el enojo, la frustración e incluso la depresión. Pueden desarrollar también una actitud cínica.
Muestran no conformidad e independencia ante lo establecido. Tendencia a cuestionarlo todo y a los retos. Pueden mostrarse muy intransigentes con la conformidad y con la rigidez de ideas.
Sentimiento de "ser diferentes" Pueden llegar a cierto aislamiento con los iguales y a nivel social. También al percibir que "ser diferentes" es algo negativo que solo les crea problemas.
Agudo sentido del humor. Pueden utilizarlo para atacar a los demás de forma inapropiada y utilizando todos sus recursos verbales. Si su peculiar humor no es entendido pueden sentirse confusos.
Gran imaginación. Ello puedo provocar que sean vistos como "raros" por parte de los otros. Pueden sentirse ahogados si no tienen a su alcance oportunidades creativas.


6- Orientaciones generales para padres y familia
En primer lugar queremos resaltar la comprensión de lo que se ha llamado "Disincronía evolutiva". Con ella se pone de relieve el hecho de que así como la capacidad intelectual del superdotado evoluciona rápidamente, no lo hacen otras áreas de su funcionamiento, especialmente, la emocional. Por tanto, el niño superdotado por muy inteligente, maduro y comprensivo que se muestre no deja de ser emocionalmente un niño con las necesidades afectivas que le corresponden a su edad cronológica.
Es bueno que aprovechemos todo el potencial que tienen estimulando su aprendizaje. No obstante, no debemos presionarle ni imponerle metas demasiado elevadas. Nuestro trabajo ha de ser fundamentalmente de acompañamiento, de animarle a aprender fomentando su creatividad.
Los problemas que con mayor frecuencia se encuentran asociados a la alta inteligencia son: aburrimiento, desmotivación, apatía, aislamiento, falta de empatía. A veces, también, aparece sintomatología depresiva y ansiosa expresada mediante repetidas somatizaciones (dolores de barriga, nauseas, problemas de sueño, etc.). Esté alerta delante estas situaciones.
Sepa escuchar a su hijo. Ellos tienen mayor necesidad de expresar y ser escuchados. Frecuentemente se sentirán abrumados por situaciones que no entienden o no les parecen lógicas o justas. Ayúdelo a analizar las cosas desde la tranquilidad pero también desde la veracidad ya que ellos no aceptaran las explicaciones de circunstancias o vagas. Si su hijo superdotado tiene otros hermanos es importante que disponga de un tiempo de atención individual exclusiva para él sin menoscabo de la importancia de las actividades grupales en casa.
Debemos entender su incansable necesidad de saber más. De soportar sus incesantes preguntas. Su potente mente necesita canalizar esa energía. A tal efecto proporciónele acceso regulado a diferentes fuentes de información tales como libros, ordenadores, internet, enciclopedias, etc. Debemos apoyar sus intereses y pasiones en la medida de lo posible. No queramos imponerle un futuro desde nuestra perspectiva y expectativas respecto a su potencial.
Planifiquen y compartan con él viajes, visitas a museos, cine, teatro, exposiciones científicas, lugares históricos, etc.
Para jugar y trabajar en casa siempre preferirán aquellos juegos o actividades que supongan un cierto esfuerzo mental, en especial, de ingenio y creatividad. Por el contrario se aburrirán con juegos demasiado simples o independientes de sus propios recursos.
Recordemos siempre que disponen de una gran agudeza para conectar con los problemas de la vida o de los adultos. Por tanto, son niños susceptibles de sufrir desequilibrios emocionales si su entorno no es afectivamente estable, se producen dificultades en la familia (separaciones, pérdidas, etc.) o simplemente no se sienten acompañados o comprendidos.
Pese a sus altas capacidades de comprensión del entorno social, pueden sufrir cierto rechazo por parte de otras personas. Con frecuencia son etiquetados con denominaciones como: "sabelotodo" u otras. Deberemos estar atentos a cualquier tipo de marginación por parte de los iguales dado a que ello incide directamente en su autoestima.
Evitar cualquier tipo de comparación con hermanos, familiares u otros. No lo favorezcan o lo elijan para algo simplemente por su condición de superdotado. Esto suele causar celos entre los hermanos, rivalidad y rechazo con sus iguales.
Debemos enseñar disciplina y poner límites a sus conductas como lo haríamos con cualquier otro hijo. La superdotación no puede ser nunca una excusa para un comportamiento inaceptable.
Finalmente puede que como padres o familiares de un niño superdotado puedan no saber exactamente cómo actuar en determinadas situaciones. Cada niño es diferente y eso también ocurre con los niños superdotados. Déjese aconsejar por especialistas si ese es el caso.

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