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viernes, 4 de octubre de 2013

Las 200 maneras en las que podemos hacer felices a nuestros Hijos

Es muy facil ver que los padres cometemos errores.

La educación de los hijos provoca muchas inseguridades y no pocas angustias a muchos padres. ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Debería haberle castigado? ¿Me habré pasado de duro? ¿Seré demasiado blando? ¿Cómo logro que me obedezca? Psicólogos y pedagogos explican que quizá restaría presión a los progenitores modificar sus expectativas: en lugar de aspirar a hacerlo todo bien, plantearse no hacerlo mal y, sobre todo, evitar los errores más dañinos a la hora de educar. Con la ayuda de Javier Urra –pedagogo, doctor en Psicología y Enfermería, y durante años Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid–, de Victòria Gómez –orientadora familiar y vocal del Col·legi de Pedagogs de Catalunya–, y de Julio Fernández Díez –psicólogo escolar, catedrático de orientación educativa y autor de Errores en la educación de los hijos (Pirámide)– hemos identificado los 12 errores que se consideran más comunes y perjudiciales a la hora de educar a los hijos. Son estos:
1.    Disparidad entre los padres 
Este es sin duda el error más frecuente.
Cada padre va a su bola.
La falta de unidad de criterio entre las figuras de autoridad es uno de los grandes lastres para educar. De entrada, porque si el niño recibe mensajes contradictorios, si sus progenitores se desautorizan entre ellos, no sabe a quién hacer caso y se siente perdido, sin referencias claras. Y porque a medida que crecen aprenden a utilizar esas discrepancias o diferencias de criterio para hacer lo que quieren. “Siempre es mejor equivocarse juntos que acertar por separado”, resume Victòria Gómez, para quien frases tan populares como “pregúntaselo a tu padre” o “lo que diga tu madre” son un error. “Cuando piden algo y no se tiene un criterio claro o único, lo mejor es decirles ‘ya lo hablaremos y te daremos la respuesta’, para que vean que la familia es un bloque”, apunta.
2.    Sobreproteger 
Aseguran los educadores que éste es uno de los errores más frecuentes en la sociedad actual. Los padres asumen muchas tareas de los hijos, estudian con ellos, les disculpan ante el profesor, intervienen antes de verles sufrir las consecuencias de una mala decisión, les dicen constantemente lo que han de hacer, organizan toda la vida familiar a su alrededor, les evitan disgustos… “Esta sobreprotección resulta muy perniciosa porque hace ciudadanos dependientes y a veces muy tiránicos, porque crecen pensando que el mundo gira a su alrededor, que son los reyes de la casa, no uno más de la familia”, advierte Javier Urra. La sobreprotección provoca personas inseguras, incapaces de tomar decisiones y de enfrentar las dificultades y contratiempos diarios, que no saben asumir las consecuencias de sus actos y con problemas de autoestima. Julio Fernández asegura que la sobreprotección es un error clásico a la hora de educar porque estamos preparados genéticamente para proteger la prole, como hacen otros animales con sus crías. “La infancia en la especie humana es muy larga, y para criar a un niño durante tantos años en medio de la sabana había que sobreproteger mucho; pero esa sobreprotección comenzó a resultar excesiva cuando la vida cotidiana se hizo menos peligrosa, y de ello dan cuenta historias como la de la Bella Durmiente o la del Príncipe Siddharta; lo que ha cambiado es que esa obsesión de los padres por salvaguardar a su hijo de todo mal que se atribuía y criticaba a príncipes y personajes de alta alcurnia hoy se ha generalizado a toda la población, y de ahí el actual síndrome del emperador”, explica.
3.    Transmitir desprecio
 Frases como “ya sabía que lo ibas a romper”, “eres idiota”, “pareces tonto”, “no vales para nada”, “siempre me defraudas” o “no sé para que te he tenido” resultan muy dañinas para los hijos. Gómez enfatiza que no hay que faltar al respeto a los hijos ni ponerse a su altura cuando se enfadan: “Los padres no deben perder los papeles, han de controlar su actitud por mucho que el hijo les provoque; hay que estar por encima de ellos y no comportarse como un crío o como un adolescente, y perdonar con facilidad, no entrar en guerras del tipo ‘como él no me habla yo tampoco’”.
4.    Falta de continuidad
 Los expertos advierten que un fallo habitual de los padres es dejarse llevar por su estado de ánimo a la hora de educar, de modo que permiten o no determinadas conductas en función de que estén más o menos cansados, contentos o enfadados. “Hay que tener conciencia de que estamos educando siempre, no en momentos concretos”, señala Gómez. Julio Fernández subraya que, ante los hijos, los padres son la autoridad, de forma que no deberían comportarse de forma arbitraria sino ecuánime y racional.
5.    Castigar mal
 Poner sanciones desproporcionadas o sin lógica, imponer castigos imposibles, hacer promesas inalcanzables o que no se cumplen son errores muy habituales y muy nocivos a la hora de educar. Si los castigos no se aplican por imposibles o por dejadez, los padres pierden autoridad y transmiten la idea de que sus normas pueden quebrantarse fácilmente. “Es mejor ser moderado en el castigo y llevarlo a la práctica, y en lugar de castigar al adolescente sin salir todo un mes o exigirle que estudie cinco horas diarias, limitarle a una hora la conexión a las redes sociales o a la videoconsola”, ejemplifica Fernández.
6. Prometer y no cumplir 
Los educadores también alertan contra las promesas o premios inalcanzables, que además de decepcionar acaban desincentivando. “A veces prometemos comprarles el móvil o la bici si sacan buenas notas, y esa es una condición muy ambigua, de modo que quizá el chaval se esfuerza pero al final le decimos que no, que los notables no cuentan, que se esperaban de él sobresalientes, o que aunque sus notas son buenas no tendrá el premio porque se ha portado mal con su hermano, y el niño se frustra y deja de trabajar”, explica Julio Fernández. Y añade que en muchos casos se amplía aún más el error cuando luego, en un momento de arrepentimiento, esos mismos padres (o los abuelos), le acaban comprando el móvil o la bici sin haber conseguido el reto propuesto.
7. Comparar entre hermanos 
Todos los padres saben que cada hijo es diferente. Sin embargo, a la hora de educarlos no siempre los tratan de forma diferente. Lo habitual es lo contrario, que se esfuercen en tratarlos por igual y que, a menudo, los comparen. Pero, advierten los expertos, cada hijo requiere una educación distinta, un trato individualizado y que le dediquen un tiempo a solas, entre otras razones para poder conocerle y saber cómo hay que tratarle. “Las comparaciones continuadas entre hermanos suscitan celos, envidias y dañan”, alerta Javier Urra.
8. No poner límites
 Los expertos explican que muchas veces los padres no tienen un proyecto claro de cómo van a educar a sus hijos, cuáles son las normas mínimas que van a exigir, y van improvisando, de modo que no siempre son coherentes en sus criterios. “Mientras son pequeños trampeamos los problemas que van planteando, y en la adolescencia se pierde el control, se les quiere poner normas, y entonces ya es tarde”, comenta Victòria Gómez. Julio Fernández subraya que muchos padres priorizan la paz familiar por encima de todo y eluden su obligación de poner límites porque eso lleva en ocasiones al conflicto.
9. Ser amigos de los hijos
 Los psicólogos advierten que los padres son la figura de autoridad para el hijo y es un error tratar de ser amigos suyos en lugar de ejercer de padres. También desestiman los estilos educativos muy permisivos o aquellos que lo negocian todo. “El estilo democrático está bien para algunas cosas, como para decidir dónde se va de vacaciones, pero se ha magnificado y hay cosas que no se negocian, como el horario de estudio, el ir con cinturón en el coche o comportarse bien el supermercado, ahí ha de ser el padre el que ejerza la autoridad”, reflexiona Fernández. En su opinión, este tipo de errores se han extendido de la mano de lo que denomina “leyendas urbanas sobre educación”, informaciones del ámbito de la psicología que en un momento dado tuvieron vigencia y luego se demostró que no son ciertas pero continúan en la imaginación colectiva, como que no hay que castigar para no traumatizar, que hay que potenciar al máximo la autoestima o que Einstein era mal alumno a pesar de su inteligencia, ejemplifica.
10. Malos ejemplos 
“Los padres no pueden pedir al hijo que se controle o que no pegue si lo que le transmiten es que de vez en cuando a ellos ‘se les cruzan los cables’, insultan al del coche de al lado, o están siempre criticando; tampoco pueden exigirle que termine lo que empieza o que cumpla las normas si ellos no lo hacen”, dicen los expertos. La incongruencia entre lo que se dice y se hace “resulta muy negativa, quita fuerza moral y deslegitima”, apunta Urra.
11. Negatividad 
El que fuera Defensor del Menor de Madrid cree que es un grave error no transmitir a los hijos ilusiones, dilemas vitales y amplitud de miras. Advierte que cuando los padres son muy depresivos o negativos y los hijos crecen oyendo todo el día críticas sobre los demás y escuchando que no hay que fiarse de nadie, que los otros son dañinos, “eso repercute en su carácter, que acaba siendo despótico, lastimero, paranoico u ofensivo”.
12. Hacerlos mayores antes de tiempo Un error muy actual de los padres es acortar la infancia de sus hijos, hacerles mayores antes de tiempo. “Se detecta en la forma de vestirlos, en dejarles ponerse un piercing o adoptar comportamientos de adulto desde muy pequeños, en encontrar divertido y alentar que tengan novias o novios, en permitir que con 14 años tengan horarios de fiesta intempestivos…”, indica Fernández. Y subraya que el contrasentido es que a ese mismo chaval al que se deja salir de noche, se le prepara el desayuno y se le tramita la matrícula del instituto. “Por un lado les hacemos muy mayores, y por otro no les dejamos crecer, no les damos responsabilidades propias de su edad”, concluye.

13.-No ver los Fallos de Nuestros Hijos

14.-Valora más el esfuerzo
Es muy importante aprender a dar reconocimiento concreto a nuestros hijos.
Uno de los aspectos del trabajo de Carol Dweck mostró que los niños elogiados y reconocidos por su esfuerzo prueban mejor que los niños elogiados por su inteligencia. La teoría es que el esfuerzo es algo que las personas pueden controlar. La inteligencia es una medida más fija. Poner un esfuerzo extra por el tiempo dedicado al estudio o el aumento de la concentración puede mostrar una mejora apreciable en la comprensión del material y de los grados. Carol Dweck sugiere alabar a los niños por su persistencia y trabajo en vez de por su inteligencia.
El Elogio cubre una de las necesidades criticas de los ni;os y de los adolescentes que se sientan valiosos.

15.-Son lo que son
Intentemos ver como son en realidad.

16.-Efecto Pigmalión

17.-Aprende a MOTIVAR

18.-Aprende a reconocer

19.-Desarrollar su Pasión

20.-Que disfruten de la vida

21.-Poner pasión a la vida
A veces somos los padres los que no ponemos pasión y entusiasmo a lo que hacemos.
22.-Dar poca Importancia a la Educación Emocional

23.-Enseñar Tranquilidad
Nos falta eficiencia para transmitir y enseñar calma interior y tranquilidad.

24.-Enseñar el camino de la dificultad.
Muchas veces afrontar la dificultad.
Salir de tu zona de confort te acerca a la felicidad.
25.-No motivamos para aprender IDIOMAS.

26.-Sembrar Motivación

27.-Reconocer su Identidad

28.-Respetar más.

29.-Afrontar la derrota


30.-Afrontar la adversidad


31.-Amar el Conocimiento

32.-Aprendamos a Escuchar

33.-Dales su espacio

34.-Averigua lo que le entusiasma

35.-Enseñale la dulzura


36.-Aprender valores


37.-Aprender Compasión


38.-Aprender humildad.


39.-Que salga de la zona de confort

40.-Que conozca la diversidad


41.-Fortaleza


42.-La inutilidad del sufrimiento


43.-Eduquemos para mejorar


44.-Los niños son los protagonistas


45.-Aprende de la derrota

46.-Ayuda a mejorar sus creencias.


47.-Valora la humildad

48.-Autoestima sana

49.-Confianza
Hay un libro genial de Veronica de Andres que se llama “CONFIANZA TOTAL”

50.-La Felicidad se aprende


51.-La Felicidad se crea

52.-Responsabilidad

53.-Cooperación

54.-Gratitud


55.-Gratuidad


56.- Nada de Maltrato

57.-Buscadores de Verdad

58.-El conocimiento es solo una parte

59.-Tolerancia

60.-Mejora tu actitud

61. Educar es un trabajo en Equipo

62.-Rodeate de las personas adecuadas

63.- Un educador ha de ser oportuno


64.-Que haga deporte


65.-Tranquilidad

66.-Sosiego

67.-Respirar

68.-Disciplina para conseguir tus objetivos

69.-Los logros requieren TIEMPO y Paciencia


70.-La Actitud se puede siempre mejorar


71.-Visualizar lo que quieres

72.-Puedes Lograr Mas de lo que crees

73.-Aprender a respirar

74.-Aprende a levantarte

75.- Mejora tus emociones inconscientes.

76.-Crea Emociones positivas.

77.-Los Comportamientos nos hacen mejores

78.-Eliminemos emociones negativas

79.-Asumamos retos

80.- Los padres tenemos que aprender a Elogiar

Elogia de manera específica
Valora el esfuerzo
Valora y reconoce la actitud positiva.
Personaliza el elogio
A cada persona hay que darle el elogio que necesitas

81.-Mejores comportamientos y actitudes cambian el mundo


82.-Un pequeño cambio cada día mejora mucho el mundo (Efecto Mariposa)


83.-“TU PUEDES”  “TU ERES CAPAZ”


84.-La Oportunidad de APRENDER

85.-La OPORTUNIDAD del Esfuerzo

86.-Desarrolla tus Talentos

87.-Aprende Felicidad

88.-Cuida tu corazón

89.-Cuidate Mucho

90.-Tomate tu tiempo de disfrutar.
91.-No Supongas

92.-Da siempre lo mejor de ti mismo

93.-Disfrutar de la vida depende de TI

94.-Nuestros Hijos tienen su vida

95.-Que no esperen nada de nadie

96.,-Aprender a ACEPTAR

97.-Hay cosas que no se pueden cambiar

98.-Hay cosas que se pueden Mejorar

99.-No puedes mejorar si no lo enfrentas

100.-Puedes aprender más humildad

101.- “ TU Sí PUEDES”


102.-Depende de Ti

103.-Enseña y aprende a Gestionar tus emociones
104. Ser Consciente de tus Necesidades
Cada persona tiene unas necesidades.
Que ha de cubrir.
En cada persona estas necesidades son distintas.
La necesidad de ser tenido en cuenta.
La necesidad de sentido.

105./La Actitud es el pincel con el que coloreamos nuestra vida.

106./ Si les das mucha ternura aprenderán a ser Tiernos

107 . Educar la Mente

108. Educar el Corazon
De nada vale educar la mente si uno no educa el corazón.

109 Ayudale a desarrollar sus fortalezas.


110 Que ganen en seguridad

111 Aprende Generosidad para ayudar a los demás

112.Aprende Humildad para aprender

113.Aprende humildad par dar espacio a los demás


114.Aprende humildad para dejarte ayudar

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