Vistas de página en total

domingo, 5 de septiembre de 2010

La Vida depende de Ti Mismo

Sé tú mismo.
No seas como un conjunto de espejos que reflejan lo que los demás quieren de ti y esperan de tí para recibir el aplauso y recibir la satisfacción vana de verte bien aceptado por los demás. Sé tú siempre. Y en todo.

Si no te conoces tú, ¿quién te conocerá?
Si no te conoces a tí, ¿a quién conocerás?
Si no te aceptas tú, ¿quién te aceptará?
Si no te amas a tí, ¿a quién amarás?

Mientras el hombre no consiga la verdadera libertad interior por la que no se ate a etiquetas, convencionalismos inútiles, necesidades inventadas y falsas ideologías, manías egoístas, gustos sensuales tiranizantes…se sentirá ajeno a sí mismo, un extraño para sí mismo.

Es preferible ser aceptado y aprobado por los pocos que aman con honestidad la verdad, que por los muchos que de espaldas a la verdad buscan la lisonja falsa y el aplauso hipócrita.

Si no te conoces, amas y respetas de verdad a ti mismo…
Si esperas que los demás decidan por tí.
Si culpas a los demás por tus errores y desgracias.
Si en tu vida no tienes un objetivo definido y claro…
Necesitas urgentemente adueñarte de tu vida.

PASOTISMO
Significativo y expresivo fenómeno social.
De marca española pero de significado universal.
El “pasota” ha perdido la fe en las estereotipadas estructuras sociales, políticas, religiosas, familiares.
El pasota mira los carcomidos e inoperantes tradicionalismos y sociales convencionalismos, anclados, fríos e inauténticos con indiferencia e inoperancia.
No cree. Pero desea creer en algo o alguien.
Hay en su actitud un gesto casi inexpresivo de triste añoranza y lejana esperanza.
¿Qué pasa? es su grito.
Un interrogante sin respuesta esperada.
Parece que para el pasota la vida no tiene sentido.

Pero a pesar de todos los aparentes absurdos, la vida tene un sentido.
Tu vida tiene un sentido.
Pero sólo entienden y perciben el sentido de la vida los que están despiertos, los que miran hacia dentro y hacia fuera con atención, con conciencia lúcida.

La vida no es sólo la incongruencia en muchos casos, de los que mandan. Ni es la rebeldías juvenil con o sin causa. La vida es mucho más.
Eso es sólo la envoltura. Lo que aparece.
Por debajo de las apariencias están latiendo la vida con su verdad, su bondad y su belleza.
Y los superficiales se quedan en la superficie.
Y la superficie, lo que aparece, no es halagador, ciertamente.

Por eso nace el pasotismo, el derrotismo denunciante.
Denuncia la superficialidad de la sociedad, de las estructuras, del sistema. Pero también de la superficialidad de sí mismo. Es una mirada superficial.

El denunciante queda también denunciado.
La vida nos reclama y nos urge con su sentido.
Sólo los sabios (no los cientifícos) encuentran el sentido de la vida, de su vida.
Sabio es el que mira y ve más allá de las apariencias de los acontecimientos.
Sabio es el que conoce no cómo aparecen las personas y las cosas sino lo que son.
Sabio es el que se conoce a sí mismo.
Conoce lo que él es. No sólo cómo es.
Y el conocimiento de sí mismo le abre las puertas para el conocimiento de los demás y de la vida.

¿Qué pasa?, dicen los pasotas.
Pasa mucho. Pasa lo que tú quieras que pase en tu vida.
A pesar de todas las inconguencias y absurdos aparentes la vida tiene un bello sentido.

Observa la vida con profundidad y con una clara conciencia.
No seas superficial.
No seas “pasota”.
El que “pasa” de su vida, renuncia a vivir.
El pasota se queja de los males de la sociedad. Pero no mueve un dedo para mejorar esas cosas que critica.

¿Para qué ser pasota?
Hay que tomar la propia vida con ilusión. No con indiferencia.
Con solidaridad. No con interés individualista o con desinterés total.
No “pases” de tu vida.
Toma tu vida con ilusión.
Depende de tí. Sólo de tí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario