Transmitir desprecio Frases como “ya sabía que lo ibas a romper”, “eres idiota”, “pareces tonto”, “no vales para nada”, “siempre me defraudas” o “no sé para que te he tenido” resultan muy dañinas para los hijos. Gómez enfatiza que no hay que faltar al respeto a los hijos ni ponerse a su altura cuando se enfadan: “Los padres no deben perder los papeles, han de controlar su actitud por mucho que el hijo les provoque; hay que estar por encima de ellos y no comportarse como un crío o como un adolescente, y perdonar con facilidad, no entrar en guerras del tipo ‘como él no me habla yo tampoco’”.
Muchas veces educar es advertir respecto a comportamientos inadecuados!!!!!
Pero esa es una habilidad en la que los padres cometemos errores.
Muchas veces educar es advertir respecto a comportamientos inadecuados!!!!!
Pero esa es una habilidad en la que los padres cometemos errores.
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