Vistas de página en total

domingo, 24 de noviembre de 2013

MONICA ESGUEVA con claves para mejorar el mundo, EMPEZANDO POR TI MISMO

MONICA ESGUEVA con claves para mejorar el mundo, EMPEZANDO POR TI MISMO
Clave 1: Simplifiquemos nuestra vida. Entrenate para la vida!! Necesitamos menos de lo que creemos
Clave 2: Flexibilidad (y paciencia). O eres flexible o no salgas de casa. Yo me quedé a pesar de los obstáculos
Clave 3: necesidad de cultivar la mente y desarrollar nuestras capacidades. Focaliza y practica, no hay más!
Ilusos: querer cambiar cosas sin hacer nada
Clave 4: Pasar de la competición a la cooperación, con ejemplos de bondad. Practica la bondad cada día, con algún detalle
El planeta es como el cuerpo y nosotros somos como las células. Todos formamos parte del planeta familiar
Lema Occidental: lo quiero todo y lo quiero ya! Sin pensar si realmente es lo que queremos o necesitamos
Clave 5: reducir la actitud egocéntrica. Echa tu ego al lado o elimínalo para sacar tu capacidad de ternura
Clave 6: hagamos algo positivo por los demás, y por el mundo, pero no te equivoques, no hagas cosas por los demás para huir de ti
Cambiar Ser por Interser, ya que, todos estamos interrelacionados. Dependemos de la generosidad de los demás
Clave 7: agradecer, agradecer y agradecer. Somos unos privilegiados solo con nacer, no es una cuestión de venir así de “serie”
Clave última: pensar en la muerte nos recuerda la importancia de la vida. Acumulamos y acumulamos, cuando al final nos vamos con los bolsillos vacíos
La bondad y la compasión son las fuerzas más potentes para influir en las personas, el mundo y nosotros mismos
Por último, las palabras de José Luis Mellado: Los hombres solos no podemos hacer un mundo mejor, necesitamos de las capacidad de la mujer para mejorar

La Felicidad nos la da una vida con SENTIDO con Propósito

Es clave para la felicidad de cada persona tener una vida llena de CONTENIDO
Plena de Propósito
Las necesidades claves de la persona son
- Seguridad
- Disfrutar
- Hacer lo que te gusta
- Sentido
-Reconocimiento
Crees que es posible un mundo mejor
Ponte manos a la obra
Para hacer un mundo mejor
Hazte una persona mejor

poner limites

Argüía Platón que hay dos excesos igualmente perniciosos que deben evitarse a la hora de educar a la juventud: la excesiva severidad y la excesiva dulzura. No obstante, ese anhelado término medio de firmeza y ternura a partes iguales, sin enfatizar ninguna de las dos por encima de la otra, parece cada vez más difícil de alcanzar.
En el mundo clásico uno era el dueño de su propia formación o, en todo caso, sus padres: que la educación –sus contenidos y sus formas– dependiera del Estado suponía un disparate absoluto. Hoy en día, sin embargo, parece que en la formación de un niño influyen innumerables factores, y que la educación ha de depender del Estado no sólo se considera una necesidad, sino un derecho: ahí están, para demostrarlo, las innumerables manifestaciones de la llamada 'marea verde' en contra de los recortes aplicados a la educación pública.
Por un lado está el colegio, público o no, cuyos contenidos están fijados por un agente externo, sea éste el Estado o los directivos de la entidad privada. Se establecen en el colegio una serie de valores y de contenidos a seguir que, por muy pocos censurados que puedan parecernos, son siempre una opción dirigida. Señalaba Borges, el escritor argentino, que ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica. Lo mismo sucede con los contenidos escolares: hacer más hincapié en una asignatura u otra o en un método de enseñanza concreto no es sino jerarquizar una serie de valores que, más o menos velados, se inculcan a los alumnos.
Se habla mucho de que, cuando se tiene un hijo, los padres no deben volcarse en ellos por su propio bien, porque deben cuidar su parcela de vida personalPor otro lado, evidentemente, están los padres, que darán a sus hijos la educación que consideren pertinente según sus creencias y principios. Sin embargo, quizás porque los padres se han despreocupado de la educación directa de los hijos, quizás porque vivimos en un mundo analizado con demasiada frecuencia (también con no poca superficialidad), hay muchos más agentes que han pasado a formar parte activa de la educación de la juventud.
No son pocos los niños que actualmente, además de por el colegio y los progenitores, se ven influidos y rodeados por profesores particulares, clases de apoyo, psicólogos, logopedas, monitores, profesores de las clases extraescolares, canguros, cuidadores, asistentas...
¿Estamos criando unos niños demasiado mimados? ¿Les estamos robando la capacidad para ser autónomos? Se habla mucho de que, cuando se tiene un hijo, los padres no deben volcarse en ellos por su propio bien, porque deben cuidar su parcela de vida personal, ya que los hijos un día se irán de casa. Además de ello, ¿es bueno, acaso, para el niño, tener a los padres pendientes de él todo el día?
Son cuestiones muy pertinentes para la España actual que, en el caso de Suecia, parecen haber desembocado en unas respuestas alarmantes.
Una generación de niños mimados
El enfoque moderno de educación liberal, reacción a las severas normas paternas del pasado, parece haber generado en Suecia una generación de niños maleducados. Al menos así lo advierte el psiquiatra David Eberhard, psiquiatra y ahora, además, escritor. En su nuevo libro, instiga a los padres a tomar el control de las familias que, a su juicio, han caído en un libertinaje muy pernicioso.
En su nuevo libro, llamado Cómo los niños tomaron el poder, analiza la evolución de la educación y concluye que la falta de normas no es buena.
No hay evidencia científica alguna de que una educación autoritaria sea perjudicial para los niños"Vivimos en una cultura en la que los llamados expertos dicen que los niños son 'competentes', y la conclusión es que los niños deciden qué comer, qué ponerse y cuándo irse a la cama",dice Eberhard.
"Si tienes una cena, nunca están sentados y callados. Interrumpen. Son siempre el centro de atención, y el problema es quecuando se convierten en jóvenes adultos, tienen la expectativa de que todo gire en torno a ellos, lo que les conduce a una profunda decepción".
Para apoyar su argumentación indica las crecientes tasas de absentismo en Suecia, el aumento en los trastornos de ansiedad y la disminución del rendimiento en su país, tal y como indican las últimas clasificaciones internacionales de educación. La cura al problema es evidente para el psiquiatra, que aboga por el retorno a una educación más autoritaria.
"No hay evidencia científica alguna de que una educación autoritaria sea perjudicial para los niños", alega Eberhard. "Hay que tomar el mando. La familia no es una democracia".
El libro de Eberhard se contrapone claramente a las ideas de Jesper Juul, cuyo libro de 1995, Tu hijo competente, denunciaba la familia jerárquica tradicional, considerando la obediencia y la conformidad "valores destructivos".
Las consecuencias de la educación permisiva
Según Eberhard, esta dinámica ha traído unas consecuencias nefastas. Los padres organizan las vacaciones en función de lo que los jóvenes desean, y estos se han vuelto realmente maleducados. "No dan las gracias. No abren puertas. En el metro, no ceden el asiento a las personas mayores o a las embarazadas".
Erberhard se lamenta de que la defensa de una educación más estricta se suele asociar a la idiotez o el conservadurismo, pero cree fervientemente que las cosas irían mucho mejor así.
Quizá, en lugar de tanto logopeda, psicólogo, apoyo en matemáticas y consideración de sus necesidades, los niños simplemente necesiten una hora a la que irse a la cama, un día en que no puedan ver su serie porque empieza demasiado tarde o una tarde jugando al fútbol en la que se olviden de sus problemas y necesidades. Porque cuando sean adultos, estos no van a ser siempre tomados en consideración.

discutir no vale la pena

En inglés la expresión comparing apples and oranges (comparar manzanas con naranjas) se utiliza para referirse a dos cosas que se distinguen con facilidad. En España, se utiliza para lo mismo el enunciado “comparar peras con manzanas” o, el más rural, “comparar churras con merinas”.
En el ámbito escolar la frase se utiliza para referirse a dos unidades distintas, pero cuando crecemos, y nos da por discutir de forma acalorada, se lo echamos en cara a las personas que utilizan una falsa analogía entre dos objetos, asuntos o conceptos que, en nuestra opinión, no tienen nada que ver. El problema es que, en multitud de ocasiones, las peras y las manzanas no son peras y manzanas: son conceptos que, en esencia, significan lo mismo.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Patricia Ramírez: “Nuestro deber consiste en ayudar a descubrir qué hace feliz a nuestros hijos”

Patricia Ramírez: “Nuestro deber consiste en ayudar a descubrir qué hace feliz a nuestros hijos”

013
La conducta se aprende desde los primeros momentos de la vida del niño, conocer a tiempo las leyes que rigen el aprendizaje nos permitirá educar mejor. Y educar mejor no solo significa que los niños aprendan valores y que se comporten como personas de bien, sino que consigamos que sean felices e independientes.
Estas son algunas de las claves que el pasado 13 de noviembre expuso la psicóloga Patricia Ramírez Loeffler en la sesión “Educar en la felicidad”. El acto, que congregó a numeroso público del mundo educativo y universitario y padres y profesores del propio colegio Juan de Lanuza en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, fue organizado por la Cátedra Colegio Juan de Lanuza de Innovación Educativa.
La conferencia fue presentada por el Decano de la Facultad deEducación de la Universidad de Zaragoza, Enrique García, la directora de la Cátedrade Innovación Educativa Colegio Juan de Lanuza, Begoña Martínez, y la directora de la Fundación del Colegio Juan de Lanuza, Sagrario Fernández.
Transmitir amor, educar en valores, enseñarles a pensar de forma útil y educarles para que sepan gestionar las emociones son los puntos clave para lograr la felicidad del niño, según expuso la experta. Loeffler explicó que, dado que el comportamiento de los niños es aprendido, los padres tienen gran influencia en la conducta de sus hijos. En esta charla explicó leyes del aprendizaje y herramientas para educar en la felicidad a través de consejos sencillos: no mezclar temas en las críticas, criticar acciones mal realizadas de los niños pero no hacer juicios de valor, dar pie a que argumenten ante las críticas, ofrecer apoyo incondicional, inculcar el control interno, predicar con el ejemplo, etc.
La experta abogó por la importancia de que los padres se expresen de forma optimista en el entorno familiar, y dijo que “todos los hijos tienen capacidades y destrezas, todos tienen talento. Nuestro deber consiste en ayudarles a descubrir qué les hace feliz”.
Fue, una sesión muy amena y útil para todos los asistentes, en la que la experta utilizó juegos y vídeos para explicar sus postulados. Una jornada que resultó todo un éxito para la Cátedra de Innovación Educativa Colegio Juan de Lanuza.
Patricia Ramírez Loeffler, psicóloga, Máster en psicología clínica y de la salud y doctorado en el Departamento de personalidad, evaluación y tratamiento psicológico de la Universidad de Granada, es experta en psicología deportiva y autora en destacadas publicaciones como “Autoayúdate” o “Entrénate para la vida”, además de colaboradora en numerosos medios de comunicación de ámbito nacional.

Como MOTIVAR A TU HIJO EN LA ESCUELA





Aquí les ofrecemos algunas sugerencias para fomentar la motivación:

1.-Da un buen Ejemplo

2.-Aprende a explicar por que es bueno para el.

3.-Que disfrute del Aprendizaje

4.-La Conexión emocional

5.-Reconócele y Animale


6.-Háblale bien de la Escuela

7.- Háblale bien de los profesores

8.-Humildad

9.-Que Disfrute

10.-Ayúdale a encontrar sus fortalezas

  • Dé un buen ejemplo. Los adolescentes se benefician mucho al ver a sus padres hacer su mejor esfuerzo, cumpliendo con su trabajo y sus obligaciones. Los padres deben demostrar que valoran el aprendizaje y el trabajo intenso.
  • Dígale a su hijo que el esfuerzo a largo plazo es la clave del éxito. Enséñele a ponerse metas y a trabajar duro para alcanzarlas. Ayúdele a comprender el valor de enfrentar los retos y a descubrir como enfrentar o sobrepasar esos retos.
  • Dirija a su hijo hacia las clases adecuadas y buenas actividades. Los adolescentes necesitan tener oportunidades para destacarse y ser útiles. El éxito puede ser un gran motivador y el aburrimiento puede ser una señal de que su hijo no tiene suficientes oportunidades para desarrollar sus talentos. Quizás necesita matricularse en un curso de inglés avanzado, una clase de arte o la oportunidad de ofrecerse como voluntario en un albergue para desamparados.
  • Ofrézcale su apoyo. Los elogios falsos o exagerados cuando no se ha visto un buen esfuerzo no ayudan en nada, pero los adolescentes necesitan que se les asegure que son buenos para algo. "A veces los muchachos dicen que están aburridos, pero es porque no han hecho [esa actividad] antes, " aconseja la maestra Barbara Braithwaite. Quizás su hijo necesite algunas sugerencias para comenzar un nuevo proyecto; usted se las puede dar, o algún otro adulto, un instructor o un libro.
  • Busque sus puntos fuertes y desarróllelos. Todos los jovencitos tienen la capacidad de brillar en alguna área. Identifique qué es lo que su hijo sabe hacer mejor, no importa lo que sea.
  • Comuníquese con los maestros de su hijo, los consejeros escolares o el director de la escuela cuando sea necesario. No es nada raro que las calificaciones bajen un poco al cambiar de un grado a otro. Pero si las calificaciones bajan demasiado o si persiste por más de un período de evaluación, comuníquese con alguien en la escuela. Está bien abogar por su hijo con vigor y con respeto. Pero quizás tenga que insistir un poco para lograr reunirse con los maestros, puesto que los maestros de escuela intermedia suelen estar muy ocupados. Llame por teléfono, escríbales o mándeles un correo electrónico si usted piensa que la tarea es inadecuada o si a su hijo se le dificulta terminar la tarea. Tome las riendas si usted siente que su hijo ha sido asignado a clases de las que usted duda de su rigor académico o si su hijo se la pasa aburrido en clase.
  • Tenga expectativas realistas. Es importante fijar normas altas para los jovencitos. Pero cuando se les pide que logren lo imposible, los adolescentes dejan de esforzarse. No presione a su hijo de 5 pies y 4 pulgadas de estatura a participar en el equipo de baloncesto, solo porque jugaba en la primaria. Mejor recuérdele que pronto crecerá más y que mientras tanto usted le ayudará a seleccionar otras actividades. Tener expectativas realistas también requiere que usted considere la personalidad y el temperamento del muchacho. Puede ser que a su hijo que mide 6 pies de altura no le guste jugar baloncesto. Asegúrese que su hijo sabe, en lo más profundo de su corazón, que usted lo quiere por quien es y no por lo que él hace.
  • Tenga paciencia. La motivación de los jovencitos generalmente mejora cuando los padres toman los pasos que hemos discutido aquí. Pero no se olvide de tener paciencia: Muchos adolescentes necesitan del don del tiempo para desarrollar la madurez que les permitirá terminar la tarea y los deberes domésticos con la más mínima supervisión.

Motivar a tu Hijo en la Escuela

Cuando un niño cree que no puede tener éxito, ya sea porque ha cometido muchos errores o porque alguien continuamente le recuerda de sus errores, su autoestima sufre. Es por esto que motivar a tu hijo en los estudios o simplemente para que alcance una meta en particular, es una experiencia difícil.
Si estás tratando de motivar a tu hijo, sigue leyendo que te doy unos consejitos:
  1. Involúcrate: Cuando un niño ve que sus padres se interesan por lo que hace, entonces esto los estimula a participar en otras actividades. Tampoco es necesario que te involucres en actividades extracurriculares (yo si lo hago pues lo disfruto) pero lo que si es importante, es que demuestres un interés verdadero en lo que hace tu hijo, que sepa que te importa y que te hace feliz.
  2. Ayuda a tu hijo a cumplir sus metas: Muchas veces los niños no saben cómo resolver un problema o tarea, y es nuestro deber como padres, guiarlos para que puedan alcanzar la meta, no importa el tamaño, esto les motivara a seguir adelante y alcanzar el objetivo por su cuenta.
  3. Motiva a tu hijo a leer más: Algunos niños viven en un ambiente donde nunca ven a sus padres agarrar un libro o simplemente nunca les leen cuando están pequeños. ¿Cómo lograr que tu hijo se interese por la lectura? ¡Leyéndole a tu hijo en voz alta! Esto le mostrara que tú lo haces y lo disfrutas.
  4. Celebra sus logros: Este método se usa para ayudar a los niños que necesitan motivación en la escuela o con sus actividades diarias. Lo importante para que este método funcione, es no celebrar cualquier logro que se presente, sino solo los que de verdad importa.
  5. Estimúlalos mucho: A veces los niños pueden ser motivados simplemente con escuchar que están haciendo un buen trabajo. Un poco de aliento, es decir, el refuerzo positivo puede significar el mundo y a la vez a la larga, hace la diferencia.
  6. Prémialos cuando se lo merecen: No es necesario visitar la juguetería para que se animen a seguir adelante. Trata de ser creativa y veras que detalles pequeños tendrán el mismo resultado.
Espero que estas seis maneras de motivar a tu hijo te sean de utilidad. ¿Qué métodos has utilizado para motivar a tu hijo? Si tienes otras ideas, no dudes en compartirlas con nosotras…Chau chauuuu!!!!

domingo, 17 de noviembre de 2013

En La ADOLESCENCIA hay siempre conflictos.....Se aprende a Gestionar dificultades

 “Hola, María, ¿cómo estás?, cuánto tiempo sin verte. ¿Y tu niña? ¡Debe estar enorme!”.
– “Sí, Marta, enorme, es toda una señorita. ¡Fíjate si ha crecido que hasta usa mi ropa!”.
– “¿Qué me dices? Pues ahora es cuando empiezan los problemas, hija, se vuelven insoportables. Lo recuerdo con horror… quita, quita. Te deseo suerte, Marta, y átala corto, que no veas cómo están las niñas a esta edad”.
Si los padres generan un ambiente de confianza y comunicación, aumenta la probabilidad de reducir conflictos
Parece que existe una relación directa entre la adolescencia y los conflictos, tan directa, que los padres están a la espera de que lleguen los problemas. El cerebro de los padres de adolescentes despliega un radar con el que detectan los problemas, las malas caras, la ropa que les disgusta, la música, la falta de comunicación y una larga lista de rechazos. Pero no lo aprecian solo porque sea algo diferente, sino porque es “lo que toca”. Por el contrario, dejan de centrar la atención en lo que podría ser una fuente de satisfacción; sencillamente, no cuentan con ella. Son adolescentes, los han etiquetado, tienen sus prejuicios y estos son muy difíciles de modificar.
Sus hijos son fruto de lo que usted proyecta, de la educación en valores, de lo que traen en su pequeña mochila, de lo que van interiorizando de sus iguales, sus maestros y otras fuentes de influencia. Hay padres que educaron con ejemplaridad, y aun así salió mal porque no todo es controlable. Pero si genera un ambiente de comunicación, confianza y seguridad, aumenta la probabilidad de reducir conflictos.
Tres de los mayores problemas con los que se enfrentan los padres de adolescentes son el fracaso escolar, cruzar los límites y el inicio de las relaciones sexuales. Atento a los consejos.

Para saber más

ILUSTRACIÓN DE JOÃO FAZENDA
PELÍCULA
‘An education’
Lone Scherfig
LIBRO
‘Vivir con un adolescente’
Sònia Cervantes
Editorial Oniro
CANCIÓN
‘16 añitos’
Dani Martín
FRACASO ESCOLAR
1. Nuevas emociones. Los chicos conviven con un nuevo animal doméstico, el pavo, del que además hacen partícipes al resto de miembros de la familia. Idolatran las amistades, se enamoran, lloran, encuentran nuevas emociones, dan valor a las marcas y se desgañitan por sus cantantes favoritos.
A los padres les cuesta comprender esta etapa de la vida y en lugar de interesarse por lo que les fascina ahora a sus hijos, dirigen la atención a lo que resta. Dicen que les dedican mucho tiempo a sus redes sociales, que le quitan tiempo al estudio, que hablan largas horas por teléfono y que están todo el día de risitas. Y así no pueden estar concentrados en lo importante: estudiar.
2. ¿Cómo podemos ayudarles?Inculque un hábito de estudio desde primaria. Y convierta este hábito en innegociable. Priorice en casa el deber por encima del placer. Eduque en valores, no hay recompensa sin esfuerzo. Si lo aprenden desde pequeños, será más sencillo que lo sigan respetando y aceptando de adolescentes.
Respete la intimidad de sus hijos. Si ha hecho sus deberes y ha cumplido con las tareas domésticas, deje que organice el resto de su tiempo. Lo que usted cree que es divertido, para ellos igual ha dejado de serlo. Puede que prefieran chatear antes que jugar a los juegos de mesa de toda la vida. Eso sí, todo dentro de unos límites. Participe en lo que es importante para sus hijos, haga un pequeño esfuerzo. Seguro que a sus padres tampoco le hacían gracia los Hombres G, Duncan Dhu o Loquillo. Pregúnteles qué escuchan, sobre qué temas chatean y comparta con ellos cómo se relacionaba usted en su adolescencia. Si quiere ser algo amigo de sus hijos, tenga conductas típicas de la amistad, como hablar de lo que a ellos les interesa.
Tenga en cuenta sus resultados, pero también su rendimiento. Con la adolescencia coincide también el cambio de ciclo a la ESO. A muchos alumnos les cuesta adaptarse al instituto, al hecho de ser más independientes y organizarse solos. Concédales un periodo de ajuste. Valore si se esfuerzan, si dedican tiempo a sus estudios, valore su responsabilidad, no solo las calificaciones. Las notas son el termómetro, pero no siempre son el reflejo del esfuerzo y la actitud que puedan tener sus hijos.
CRUZAR LOS LÍMITES
1. Querer pertenecer al grupo. A ningún padre le gusta encontrarse con un adolescente borracho. Y a todos les horroriza la posibilidad de que consu­man drogas: porros, cocaína, pastillas o cualquier sustancia que pueda ocasionar daños a la salud.
Muchos adolescentes prueban las drogas porque no saben decir no al líder del grupo. Esta actitud significaría no identificarse con lo que manda el cabecilla y, por tanto, sentirse excluidos. Otros adolescentes se inician en las drogas por curiosidad, les gusta experimentar emociones fuertes o llevar la contraria a quien se lo ha prohibido.
Y muchos otros lo hacen por evadirse de sus problemas y por no enfrentarse a la realidad de lo que no funciona: ser tímido, tener problemas para relacionarse o vivir en un ambiente familiar hostil en el que no se sienten queridos o comprendidos.
Respete la intimidad
de sus hijos. Si cumplen con sus tareas, deje
que organicen el resto
de su tiempo
2. Posibles soluciones. Cuide su comunicación con ellos. Si es un padre autoritario y que no da explicaciones, sepa que está alejando a sus hijos de usted. Trate de ser comprensivo y cariñoso. Cree un ambiente en el que su hijo pueda expresarle sus miedos, la relación que mantiene con sus compañeros y cómo se siente dentro de su grupo.
Trate de fortalecer la autoestima de sus hijos. Valore sus virtudes, elogie sus progresos, su actitud, dígales que son buenos y que los quiere de forma incondicional. No haga juicios de valor ni dé respuestas mostrando lo horrorizado que está ante los comentarios de sus hijos. Reflexione y espere el momento adecuado para hablar de lo que no comparte.
Informe y forme a sus hijos sobre las drogas. Muéstreles la cara dura de la droga, las consecuencias a nivel de salud, el daño a terceros y la miseria que puede generar en el núcleo familiar. No se trata de crear pánico, se trata de que sepan cuáles son las consecuencias.
Entrene a sus hijos en habilidades sociales. Enséñeles a decir no, a defender sus derechos y a que no tienen la necesidad de identificarse con todo lo que el grupo hace.
Cree un ambiente de sincera confianza, en el que sientan que puedenconfesarle secretos sin que se vean censurados. Pruebe a preguntar si desean sus consejos en lugar de decirles lo que tienen que hacer.
Cuando crucen los límites, ponga un castigo; trate de que sea reparador y educativo
Cuando crucen los límites, ponga un castigo. No lo haga justo en el momento en el que usted está alterado, porque será exagerado, después se sentirá mal y se lo querrá levantar. Medite qué merece su hijo y trate de que el castigo sea reparador y educativo. No negocie con los castigos, a pesar de las rabietas, las malas caras y el chantaje emocional.
INICIO DE LA ACTIVIDAD SEXUAL
1. Momento de curiosidad. La conducta sexual está relacionada con la actividad hormonal, y es en esta edad en la que la curiosidad despierta en los chicos. Sienten deseo, tienen ganas de experimentar la masturbación y de besarse con sus parejas. Por mucho que evite el tema, no podrá controlar la conducta sexual de sus hijos. De hecho, las estadísticas afirman que algunas niñas inician sus relaciones sexuales cuando solo tienen 13 años.
Lo ideal sería que la conducta sexual comenzara de forma gradual y que cuando la persona tenga la madurez psicológica y la edad apropiada, diera el paso, voluntario por ambas partes, de tener relaciones completas.
2. Ofrézcase a dar explicaciones. Hable a sus hijos sobre el sexo con normalidad. Saque el tema en un momento oportuno, pregunte sobre los amigos de sus hijos, si salen con ellos y si ya tienen novio; si les han dado información sobre la prevención de embarazos y de enfermedades de transmisión sexual (ETS) en el instituto. Ofrézcase a dar explicaciones y ser de ayuda cuando lo necesiten. Indíqueles que cada conducta sexual tiene su momento, que no es aconsejable vivir etapas para las que uno no está preparado y que usted está ahí para aconsejar en todo lo que le soliciten. Explíqueles a sus hijos que no hay ninguna relación directa entre amar a una persona y tener que mantener relaciones sexuales.
Facilite métodos anticonceptivos si sabe que sus hijos son sexualmente activos o si lo intuye. Téngalos en casa en algún lugar donde puedan cogerlos sin sentir vergüenza. Siempre será mejor que se protejan a sufrir embarazos no deseados y ETS.
Si no espera cosas buenas de sus hijos, no las encontrará. Si desea disfrutar de la adolescencia, igual debería no solo desearlo, sino participar en el proceso.

sábado, 16 de noviembre de 2013

EXPERIENCIAS EDUCATIVAS DE ÉXITO

Es muy importante analizar con rigor las EXPERIENCIAS EDUCATIVAS DE ÉXITO
Hoy hay algunas experiencias educativas que ya han sido evaluadas como
EXPERIENCIAS EDUCATIVAS de ÉXITO
-Comunidades de Aprendizaje
-Grupos de Lectura
-Competencias
-Mejorar evaluaciones Internas cada año
-Mejorar las evaluaciones externas
-Mejora de la convivencia


En el mundo de la educación no valen las ocurrencias
Valen Las EXPERIENCIAS EDUCATIVAS DE ÉXITO

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Piensa en Positivo: Visualiza el Mejor resultado

Ella trabajaba en el vestuario de los jugadores del Real Betis, entre otros equipos, convenciendo a los jugadores de su valía, tratando de sacarles su mejor yo. "Si vas a tirar un penalty, no corras hacia el balón temiendo que lo tirarás por encima del larguero; corre hacia él seguro de que meterás un golazo o, de lo contrario, tus posibilidades de acierto disminuyen". 

Orientaciones alumnos déficit atención

Orientaciones alumnos déficit atención

Miercoles 13 de Noviembre de 2013

1- Introducción


En esta página vamos a exponer los puntos claves para intentar ayudar y optimizar el aprendizaje de niños con déficit atencional (con o sin hiperactividad).
Aunque las orientaciones están pensadas básicamente para los niños con un diagnóstico de T.D.A.H, algunas de estas pautas pueden igualmente resultar útiles para niños que presentan problemas de concentración o distracción fácil.

El déficit de atención es uno de los problemas más habituales en las escuelas. Los niños que lo padecen ven limitado su aprendizaje y para los maestros suponen un elemento de dificultad añadido por los efectos que puede tener su comportamiento en el grupo. De aquí la importancia de conocer los puntos clave del trastorno y la forma de paliarlos, en la medida de lo posible, en el aula.

2- Puntos fundamentales a tener en cuenta:

1El déficit de atención (con o sin hiperactividad) es básicamente un trastorno de tipo neurobiológico. Por tanto, no es debido directamente a causas de tipo emocional, social, educativas, etc, si bien, éstos factores pueden agravar el problema.
2Es un trastorno crónico, de por vida, si bien va evolucionando y puede mejorar sustancialmente con el entrenamiento debido. En la vida adulta son aquellas personas que lo olvidan todo y tienen facilidad para empezar o hacer varias cosas a la vez sin aparente esfuerzo.
3Normalmente el déficit de atención se da conjuntamente con la hiperactividad y laimpulsividad, rasgos que se incluyen dentro de lo que conocemos como T.D.A.H. (Trastorno de déficit de atención con hiperactividad).
4Hay que entender el funcionamiento del niño en función de su peculiar estilo cognitivo. Podemos afirmar que el niño está superado por su propio nivel de activación y su voluntad queda en un segundo término.
5Le costará mucho más que otros niños sin el trastorno, poder concentrarse o atender cualquier instrucción.
6Pueden parecer “sordos” delante cualquier demanda del adulto. Por el contrario, pueden oír o atender a estímulos irrelevantes que sólo ellos perciben. En ellos suele cumplirse aquello de que: “estén en todo y no están en nada."
7La mayoría de estos niños no son discapacitados intelectuales a pesar de que es muy probable que desarrollen problemas específicos del aprendizaje y se produzca un cierto retraso escolar. Ello no es impedimento para que en la etapa adulta consigan, dentro de sus áreas de interés, logros académicos o laborales.
8Durante la infancia suelen tener problemas de relación con los iguales. En la adolescencia puede aparecer una baja autoestima. Siempre tienen la sensación de que nadie les comprende.
9El déficit de atención se puede trabajar desde la escuela y en casa si conocemos los pormenores del trastorno y como hacerle frente.
10Respecto al tema de la medicación (a partir de los 6 años: metilfenidato) tiene que ser valorada por un médico o pediatra. Normalmente produce una mejora en la atención y la hiperactividad pero presenta efectos secundarios que son necesarios valorar. En general, si no hay conductas disruptivas asociadas o un déficit de atención muy severo, la medicación puede esperar.

3- Orientaciones psicopedagógicas


Un niño con déficit de atención supone un gran estrés añadido para el maestro/a. El aula constituye un entorno colectivo en el que hay un orden y un tiempo. No obstante, para estos niños, las situaciones demasiado estructuradas entran en conflicto con su propio estilo de funcionamiento cognitivo y motriz.
Hay que tener siempre en cuenta que necesitarán efectuar un mayor esfuerzo respecto a otros niños sin el trastorno para concentrarse o mantener la atención.
Con frecuencia parece que el niño va hacia atrás y que cosas que tenía ya aprendidas no es capaz de recordarlas en momentos determinados.Cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y esto es especialmente cierto con los que presentan déficit de atención.

Por lo general, estos niños, no presentan discapacidades intelectuales relevantes, situándose dentro del grupo normativo (C.I. entre 80 y 115) en la mayoría de los casos.
Lo que sí ocurre con cierta frecuencia es que son claros candidatos a desarrollar problemas específicos del aprendizaje (dislexias, disgrafías, discalculias, etc.) debido a sus problemas de atención y la dificultad de trabajar en tareas secuenciales o de seriación.
También suelen presentarse, en este colectivo, problemas de lateralidad.

A medida que el niño crece y acumula cierto retraso en el aprendizaje pueden aparecer una baja autoestima, desmotivación y abandono fácil de cualquier actividad académica.

Pautas concretas:

a)Para que puedan aprender más.
b)Para mejorar su autoestima y motivación
c)Para regular su conducta

a) Para que aprendan más:

1Por regla general, los niños con déficit atencional, aprenden mejor cuando la información es presentada visualmente. Por ello es muy importante, en la medida de lo posible, acompañar la información oral, con la presentación de imagenes.
2Las instrucciones deben ser claras y concisas, adecuadas a la capacidad y características del niño. Mejor sólo una instrucción en cada emisión verbal. Si introducimos diversas peticiones en una misma locución, el niño se pierde con facilidad. No emitir, junto a las demandas, excesivos razonamientos de nuestra petición por el mismo motivo.
3Cuando se efectue una demanda oral, es necesario asegurarnos de que antes se haya establecido contacto ocular. De esta forma eliminamos la atención a posibles estímulos distractores y facilitamos la recepción del mensaje. Antes de hablarle hay que pedirle que nos mire.
4La ubicación física del alumno con déficit de atención en el aula es muy importante. Debemos priorizar aquellos sitios con pocos elementos de distracción (ventanas, zonas de paso, ruido, etc.), cerca del maestro o al lado de niños tranquilos en su defecto.
5En algunos casos, puede utilizarse algún compañero con el que tenga buena relación y tenga el perfil adecuado para que le ayude en las tareas que tiene mayor dificultad.
6El niño atenderá con mayor facilidad las actividades que sean presentadas de forma estimulante, innovadora, especialmente si nos apoyamos con material visual.
7Puede también resultar útil anticiparle las diferentes actividades y repetir las instrucciones en el momento de iniciarlas. Es básico asegurarnos de que el niño ha entendido la tarea antes de iniciarla. Recordar que no es tanto un problema de comprensión sino de que el niño atienda.
8Según la edad del niño, podemos enseñarle a hacer esquemas, a subrayar, en definitiva, a reconocer lo esencial de lo accesorio.
9Intercalar actividades más lúdicas si consiguen acabar el trabajo menos atractivo (matemáticas, etc.) en un tiempo prefijado. Pueden utilizarse, según edad y preferencias, mandalas, actividades ordenador, etc.
10Es de gran ayuda que en casa tenga un espacio de tiempo para trabajar con los padres y que supervisen la realización de los deberes. Los padres son piezas fundamentales para reforzar los aprendizajes. Este trabajo debe efectuarse independientemente de que el niño tenga ya otros soportes como refuerzos, maestro de repaso, etc.



b) Para mejorar su motivación y autoestima:

1Resulta muy útil comenzar la tarea con ellos, si bien, luego tendrán que continuar la tarea ellos solos.
2El punto clave para motivarlo es que el niño vea que es capaz de ir haciendo el trabajo como el resto de sus compañeros, pese a sus dificultades específicas. Es necesario que nos aseguremos unos primeros éxitos al principio. Para ello deberemos calibrar su capacidad real de trabajo y ajustarnos, en la medida de lo posible, a aquello que el niño sea capaz de realizar en un espacio concreto de tiempo. No hay que olvidar que los niños con déficit de atención necesitan más tiempo y poner mayor esfuerzo para centrarse que otros niños sin el trastorno.
3No compararlo nunca con otros niños. El niño con problemas de atención tiene, sin duda, aspectos deficitarios pero, seguramente, hay también aspectos positivos en su capacidad de aprendizaje (buena memoria visual, etc.). Por tanto hay que buscar aquello en lo que funciona mejor para poder motivarle en la adquisición de otras habilidades en las que presenta más problemas.
4Puede ayudarle mucho el hecho de fraccionar las tareas escolares en pequeñas partes(paso a paso). De esta forma podremos reforzarlo inmediatamente e invitarlo a seguir trabajando. Probablemente, cuando el niño esté cansado, difícilmente conseguiremos que siga trabajando y quizás sea necesaria la introducción de otro tipo de actividades.
5Hay que tratar con naturalidad sus errores y problemas para centrar la atención. No hay soluciones mágicas al respecto y sólo el trabajo cotidiano y la constancia pueden ayudarnos a avanzar.
6Si el niño es incapaz de permanecer quieto en su asiento en el aula, puede estar indicado el valorar la posibilidad de introducir alguna actividad que implique movimiento, por ejemplo, ordenar el aula, ir a recoger alguna cosa, hacer algún recado, etc, en algún momento de la clase. Ello, pero, puede tener el inconveniente de que otros niños lo soliciten.
7Priorizar la calidad de su trabajo frente a la cantidad. Con frecuencia, estos niños, presentan disgrafía, problemas con el control del trazo y, también, omisiones, rotaciones o distorsiones de letras y números así como distorsiones en la forma de los dibujos (tamaño, forma, etc.). Regular los deberes para casa. Es preferible, en inicio, que hagan pocos pero bien acabados.
8Cuando juzguemos su comportamiento o trabajo, es importante intentar sustituir el verbo “ser” por el “estar”. No debemos decir: “Eres muy distraído, así no aprenderás nunca.” por: “Estas muy distraído, si quieres puedes hacerlo mejor.” Lo que pretendemos es enviar el mensaje de que él puede cambiar las cosas (locus de control interno) y evitar las etiquetas.
9Para estos niños es muy importante el soporte pedagógico pero también el emocionalpor parte de maestros y educadores. Es necesario establecer un equilibrio entre la exigencia de trabajo y el acompañamiento en la regulación de los síntomas negativos del trastorno.
10Son necesarias tutorías individualizadas de soporte. Consensuar con la familia y los diferentes profesionales educativos unas pautas comunes de actuación, efectuando reuniones periódicas. Igualmente hay que utilizar la agenda escolar como medio de comunicación diario entre escuela y casa.

c) Para regular su conducta en clase:

1Concretar al niño qué quiere decir “portarse bien.” Por ejemplo, especificaremos: “Acabar la página o ejercicio, no levantarse de la silla, no chillar, etc.” Hay que evitar instrucciones largas o que comprendan varias demandas a la vez. Tampoco es conveniente (cuando se le solicita algo concreto) de intentar razonar demasiado el motivo de nuestra petición (difícilmente nos escuchara y comprenderá el mensaje).
2Hacer una lista de las cosas que sí se pueden hacer (hablar bajito, levantar la mano para solicitar alguna cosa en clase, salir del aula con tranquilidad, etc.)
3Poner las normas por escrito, con soporte gráfico y en un lugar visible para todos los alumnos. De esta forma les recordamos permanentemente lo que se espera de ellos en clase.
4Marcar los límites de forma muy clara para todos. Establecer las consecuencias sustialumnos con déficit atencional suele funcionar muy bien la economía de fichas.Deberemos tener en cuenta que funciona mejor la retirada de puntos (coste de la respuesta) que el castigo directo (perdida inmediata del reforzador o premio). Recordar también que tanto el premio como el castigo (tiempo fuera u otro) funcionan mejor si se aplican de forma inmediata después de la conducta que queremos premiar o evitar.
5Cuando apliquemos algún correctivo es importante mostrarse seguro y contundente pero a la vez debemos ser capaces de no chillar o alzar la voz. Esto puede alterar más al niño y no vamos a conseguir ningún efecto positivo. Podemos explicar muy brevemente el motivo de nuestra decisión pero sin razonar excesivamente, ahora no es el momento.
6Evitar comentarios, cuando le llamemos la atención, del tipo: “eres un desastre, nunca harás nada, no tienes remedio, estoy harto de ti, etc.” Podemos en su lugar sustituirlo por:“Estoy disgustado por tu conducta, me duele apartarte de tus compañeros, sé que puedes hacerlo mejor si quieres…”
7El maestro es un modelo para el niño. Hay que ser tolerante, flexible y paciente con estos niños en la medida de lo posible. Suelen requerir más afecto dado que, a menudo, se sienten solos. Es necesario combinar la exigencia de trabajo con la comprensión hacia su trastorno.
8La comunicación con la familia es fundamental en este trastorno. Se recomienda que haya un tutor o maestro de referencia para efectuar el oportuno seguimiento y coordinar las acciones con la familia.
9Su peculiar conducta suele propiciar la incomprensión y alejamiento de una gran parte de sus compañeros. No saber esperar los turnos en el juego, mostrarse nerviosos o excesivamente impulsivos pueden granjearles más de una enemistad. No obstante, la mayoría de ellos necesitan (como la mayoría de niños) del afecto y amistad de sus iguales. Por tanto si el niño se siente rechazado puede incrementar algunas de sus conductas negativas.
10Para prevenir problemas, puede ser muy útil explicar al resto de compañeros de clase (a partir de Primaria) la necesidad de que algún o algunos compañeros necesiten consideraciones especiales y tengan un peculiar funcionamiento. La idea es lanzar un mensaje de que el trastorno de la atención no es un problema exclusivo de una posible mala educación, sino que hay en su base componentes biológicos de difícil control por parte del niño que lo padece. Ello, pero, lleva añadido el riesgo a que se etiquete al niño. Deberá valorarse cada caso en función de las características del niño, familia y escuela.
11Otro recurso que puede utilizarse, es buscar un compañero con el que se lleve bien, para ayudarle en sus tareas en clase y acompañarlo en algún tipo de juego guiado bajo la supervisión del maestro. La idea es ir consolidando un mejor funcionamiento social.