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domingo, 29 de septiembre de 2013

Sonia Cervantes: Vivir con un Adolescente

Vivir con un adolescente

Entenderte con tu hijo es posible

¿Tienes problemas para que tu hijo adolescente te obedezca? ¿Os comunicáis con mucha dificultad y de malas maneras? ¿Has de discutir con él para que ordene su habitación o para que asuma sus obligaciones en casa? ¿Te preocupa cómo lleva sus estudios o las compañías que frecuenta?
Tener un adolescente en casa no debería ser un camino de obstáculos sino la ocasión ideal para educar y construir a alguien que sin llegar a ser un adulto, ya ha dejado de ser un niño. La falta de entendimiento y las distintas formas de ver la realidad deberían convertirse en oportunidades de enriquecimiento mutuo tanto para padres como para hijos.
Sònia Cervantes nos ofrece las claves para atravesar la difícil etapa de la adolescencia en la vida familiar de forma constructiva y con buen humor.

Educados Para Ganar de Sique RODRIGUEZ

Muchas carreras de deportistas talentosos se tuercen por la excesiva presión de los padres, mientras que otros chavales con menos aptitudes, pero más apoyo familiar llegan más lejos. El ganador ha sido educado en la cultura del esfuerzo y ésa es la premisa de Educados para ganar (Now Books), el relato de los progenitores de algunos de los jugadores de la Masía.
Sique Rodríguez cede el micrófono a los padres de Leo Messi, Xavi Hernández, Cesc Fàbregas, Andrés Iniesta, Pedro Rodríguez, Andreu Fontàs -recién fichado por el Celta-, Gerard Piqué y Thiago Alcántara y el libro va en la línea de reportaje extenso de dominical. A través de los padres, de experiencias y anécdotas se narra el triunfo de los hijos.
Se recrea el difícil aterrizaje en Barcelona de Messi y la crueldad de algunos de sus compañeros de colegio que le trataban diferente por ser introvertido y tener otras costumbres. Un gesto une a Xavi y Cesc: ni uno ni otro fueron luciendo nunca chándal del Barça cuando no era estrictamente necesario como hacen tantos otros.
José Antonio, el padre de Iniesta, recuerda cómo estuvo cuatro meses intentando convencerle de que aceptase la oferta del Barça y se fuera a la Masía. Los padres de Andreu Fontàs relatan las diferencias entre vivir en un paisaje tranquilo y de postal como Banyoles –su domicilio estaba a unos metros del lago– a hacerlo en otro mundo como Barcelona. Mientras que la familia de Pedro repasa cómo vivió su padre el debut en el Camp Nou ante el Murcia, sustituyendo a Eto’o y con Rijkaard en el banquillo. Pedro, el primer jugador de la historia en marcar en seis competiciones diferentes en un año, tuvo ciertas dificultades para aprobar el carné de conducir. Curioso. De Piqué se recuerda cómo un error puntual en un partido con el Manchester United acabó por facilitar su regreso a Barcelona, la influencia que tiene en él Puyol o lo diferente que es de su hermano Marc. Por su parte, a Xavi sus padres le describen como un enamorado de la familia que juega a tenis con su hermana y reúne a los amigos en la casa donde se crió.
Educados para ganar es un lugar para recordar cosas ya sabidas, como el gran cariño que se le tiene a Iniesta, más grande incluso tras sus dos goles más recordados –el de Stamford Bridge ante el Chelsea y el de la final del Mundial de Sudáfrica ante Holanda con su homenaje a Dani Jarque–, y para los matices, para que la familia de Cesc explique por qué aceptaron la oferta del Arsenal en su momento y valoren algunas de las cosas que se han dicho del jugador en estos años hasta su regreso al Barça.
Aunque seguramente la frase del libro la pronuncia un ex jugador de fútbol, Mazinho, padre de Thiago –y de Rafinha, que juega en el filial–. Mazinho recuerda cómo Thiago le recriminó a Rafa Márquez su falta de sangre en una jugada en su primer partido amistoso con el primer equipo. ¿Su frase? “El niño puede ser un fuera de serie, pero siempre tienes que verlo como lo que es: un niño”. Un razonamiento que tendría que estar presente en cualquier grada de cualquier colegio a modo de pancarta.

Carles Folguera Educados Para Ganar de Sique rodriguez

Carles Folguera, director de La Masía del Barça lo tiene claro. “Sin la complicidad de la familia de un futbolista no hay posibilidades de éxito”. Lo dice en el prólogo del libro Educados para ganar escrito por el periodista Sique Rodríguez con la colaboración editorial de Adrià Albets. Rodríguez dirige y presenta el programa de Ona FM Fora de joc, un espacio que combina humor y deporte. El periodista recoge en este libro algunas de las anécdotas y confesiones de los padres de jugadores del Barça formados en casa como MessiXaviIniestaPiqué Cesc Fábregas. Este libro significa un doble homenaje. Por una parte, a la afición culé, ya que es un testimonio escrito de un equipo que lleva años haciendo historia. Y es así, en parte, gracias a una familia, muchas veces anónima y olvidada, pero que acaba siendo clave para un jugador que sabe que puede contar con ellos en los buenos y malos momentos. El éxito del Barça también se debe a ellos.

-¿Qué porcentaje de responsabilidad tienen los padres de Messi, Xavi y compañía en que hoy en día el Barça sea el mejor equipo del mundo?
-Delimitar un porcentaje es muy complicado. Carles Folguera, director de La Masia, asegura en el prólogo del libro que la complicidad de los padres es clave para que los niños lleguen al final a ser futbolistas de nivel. Los padres son básicos, esenciales.

-¿La educación tiene que estar siempre por encima del talento o puede haber alguna excepción?
-Es posible que haya momentos en los que se tenga que ceder porque al final los padres, y lo explican en el libro, educan a personas, no a futbolistas. Sí que es cierto que una vez los niños llegan al Barça el club intenta formar jugadores y lo que quiere es que lleguen a ser futbolistas profesionales, preferiblemente para jugar en el primer equipo. Pero es muy importante todo lo que envuelve al jugador, y es muy importante que el jugador cuente con alguien a su alrededor que tenga la capacidad para estirarle las orejas y que él lo sepa interpretar bien. También es muy importante que estudien, no porque lleguen a ser grandes cerebros, sino porque el hecho de estudiar les obliga a tener una gestión adecuada de su tiempo.

-Muchos clubes se asombran, según reconoce el propio Folguera, al ver cómo en el Barça se insiste a los canteranos en la idea de seguir estudiando. El sentido común nos dice que no se tendrían que asombrar tanto, no dejan de ser niños a los que hay que formar…
-Es cierto, tendría que ser una norma y eso es lo que está logrando el Barça. Eso sí, consigue que un niño que está en las puertas del primer equipo de un club como el Barça, donde ya cobra bastante dinero, mantenga la serenidad como para poder estudiar. Es una tarea difícil, que se consigue con los años, y que no solo hacen los educadores, también los padres y los compañeros y jugadores del primer equipo. Tener en el primer equipo al que para mí es el mejor jugador de la historia del Barça, Leo Messi, transmitiendo una serie de valores, ayuda a que los que van por detrás sepan que en la vida tienes que apechugar si quieres lograr lo que quieres.

-¿Hubiera sido el mejor jugador del mundo sin los padres que ha tenido?
-Es difícil saberlo, pero creo que no. Es muy complicado para unos padres decidir dejarlo todo y cambiar de vida radicalmente. Es difícil luego mantener la serenidad cuando la familia se parte porque la hermana de Messi no se adapta a Barcelona y la madre vuelve para Argentina porque coincide que a su hermana la tienen que operar. En ese momento Jorge Messi, el padre, me confesó que estuvo a punto de tirar la toalla y volver a Argentina. Es difícil mantener la serenidad para trabajar en lo que es un sueño común. Y luego es muy complicado gestionar el tema como lo hacen actualmente.

-¿Qué tiene de particular esa gestión?
-La familia de Messi ha tenido muy mala experiencia con los representantes, y al final los Messi funcionan como una empresa familiar que lo que busca es asegurar el futuro del futbolista. Trabajan para garantizar que el dinero de Messi no se lo lleve nadie, que se lo quede él. Messi al final es una gran marca. El padre, que era gerente de una empresa siderúrgica, sabe mucho de números y le lleva la contabilidad y la representación. Su madre está ahora metida en temas de la Fundación Messi. El hermano mayor le lleva la agenda y le asesora. Todos funcionan como una especie de clan pero en el buen sentido de la palabra, y pienso que esto tiene mucho mérito.

-En Can Barça existe la negativa tradición de despedir a la mayoría de sus cracks por la puerta de atrás, el último caso fue el de Ronaldinho. ¿Puede Messi romper esa tendencia y acabar su vida deportiva aquí?
-Es difícil, ahora parece que todo va fantásticamente bien, pero en fútbol dos o tres años son una eternidad. No sé que pasará con Messi en un futuro, lo que sí que sé es que lleva muchos años rindiendo al máximo nivel y cada año se mejora. Esto con 24 años y habiendo ganado lo que ha ganado él, tiene mucho mérito. La familia ha jugado un papel muy importante en determinadas fases de la vida de Messi, y no solo cuando era pequeño. El padre de Messi estaba muy preocupado por la influencia negativa de Ronaldinho y Deco. Y así se lo manifestó al club. Jorge Messi habló con Txiqui Beguiristain, entonces secretario técnico, para decirle que estaba preocupado porque su hijo no iba por el buen camino con estas compañías. Y también se lo dijo a su hijo, y finalmente el club se acabó deshaciendo de estos jugadores. La familia acabó haciéndole entender a Messi que el hecho de que se marcharan Ronaldinho y Deco era bueno para él.

-¿Está justificada la sobreprotección a Messi por parte del entrenador y del club?
-Da la sensación de que Messi vive en su mundo, y pienso que él vive en su mundo porque le interesa. Es un jugador que es más listo de lo que parece, y cuando digo listo no me refiero a su intelecto. Es una inteligencia práctica, sabe que es muy bueno jugando a fútbol, y que en este mundo cuantos menos líos tengas, mejor. Y esto es lo que hace, evitar cualquier tipo de polémica. Y creo que lo hace, no por limitación, sino porque es consciente que hacer cualquier cosa que se salga de la norma le puede traer problemas. Está asesorado por la familia, por Guardiola, por alguna persona próxima a la familia y que les ayuda. Al final, Messi es un tío muy familiar, ¡tiene hasta un tatuaje de su madre en la espalda!

-Son parámetros que se repiten en otros jugadores del Barça. Familiares y sencillos, así los describen sus padres en su libro…
-Sí, explico por ejemplo que ni Xavi ni Cesc querían ponerse de pequeños el chándal del Barça cuando salían a pasear con sus padres para que la gente no pensara que se hacían los chulos. El padre de Xavi le preguntó porque no se lo ponía nunca y él respondió “porque no quiero parecer un mierda, ni que nadie me diga que soy un chulo”. Es cierto que si repasas las ocho historias verás que todos son muy familiares. Supongo que es porque si vives en un mundo como el del fútbol te tienes que cerrar un poco en tu mismo y al final sabes que lo que seguro que no te fallarán nunca son tus padres o tus hermanos.

-¿Iniesta es el jugador que peor lo pasó a la hora de dar el paso de dejar su familia y venir al Barça?
-Si hablamos del aspecto sentimental, sí. Es una persona que está muy ligada a su familia y sus padres son muy protectores. El padre estuvo seis meses para convencer a Iniesta que fichara por el Barça, y él aceptó finalmente para no decepcionarle. Una de las virtudes de Iniesta, o defecto, según se mire, es que no quiere quedar nunca mal con nadie, siempre es políticamente muy diplomático, más que su familia. Y esto es lo que hizo que acabara aceptando la oferta del Barça. Iniesta lloró mucho cuando era pequeño y estaba en La Masía, mucho.

-Y en el tema deportivo, ¿ha sido Cesc tras su marcha a Inglaterra que no todos aceptaron? Jugando con el Arsenal en el Camp Nou fue silbado por un sector de la afición…
-Sobre todo lo pasó mal la familia. Los jugadores son profesionales, pero ellos no lo son, son padres, y ven la historia desde un aspecto más sentimental. Si hablamos de la relación familia y Barça la de Cesc es la más compleja. El padre no olvida cuando el Camp Nou le silba con el Arsenal, aunque lo puede llegar a entender. Un día me contaba que estaban en un restaurante con su hijo, se les acercó una persona y empezó a insultar al jugador. El padre se levantó malhumorado y fue el propio Cesc el que le pidió tranquilidad y le dijo que tenían que aguantar. Cesc marchó al Arsenal porque la situación del club es la que era, porque la oferta les dejó alucinados, porque tenía ambición deportiva y en el Barça no veía claro su futuro, aunque cuando se va del Barça para él es una manera de escapar de Barcelona. Los padres de Cesc se separan y él no lo lleva muy bien. Es una persona muy introvertida, que se come mucho los problemas, y uno de los motivos por los que se fue a vivir a Londres es para escaparse de este ambiente enrarecido. Personalmente, creo que si Cesc es ahora tan buen jugador es gracias a haber ido al Arsenal. Tiene ADN Barça, pero ahora no sería lo que es sin esos ocho años en Inglaterra.

-De todos los padres con los que ha hablado, ¿cuáles son los más exigentes con sus hijos?
-El padre de Xavi me comentaba que una de las claves cuando tienes un hijo que juega en el Barça es no pensar nunca en el día de mañana. Si te obsesionas con que tu hijo acabará siendo futbolista y jugará en el primer equipo cometes un error muy grave porque estás presionando en exceso al chaval. Lo que tienes que hacer es vivir el día a día, y que el niño disfrute. Mazinho, el padre de Thiago, es muy exigente ya que ha sido futbolista profesional, la madre de Xavi también dice que su marido era muy exigente con su hijo. El padre de Piqué es ultra competitivo y Gerard ha sacado el carácter de él, pero tampoco es que sea muy exigente. En su caso, su abuelo, Amador Bernabéu, que fue directivo del club, sí que era muy recto y hacía el papel de poli malo.
-Los padres de Piqué ahora tienen una doble presión, el Barça y Shakira. ¿Cómo la llevan?
-En la primera entrevista que hicimos con Montse, la madre de Piqué, no sabíamos si sacar el tema de Shakira o no, porque no era como ahora que ya habla todo el mundo, teníamos dudas. Y recuerdo que fue ella misma la que sacó el tema, hablando con absoluta normalidad y naturalidad. Nos reconocía que al principio estaba preocupada porque ella hubiera querido una chica más tranquila y anónima para él, pero al final se han tenido que adaptar a la situación y lo que te dicen es que él ya es mayorcito y que sabe lo que tiene que hacer. Además, Shakira es una chica que tiene la cabeza muy centrada y lo asumen con naturalidad.

-Me sorprende que el padre de Xavi lo descarte como futuro entrenador del Barça cuando son muchas las voces que le señalan como técnico algún día…
-Te dice que le gusta la dirección deportiva porque es un loco del fútbol, le gusta ver todo tipo de partidos. El padre explica en el libro que tiene guardadas una serie de notas con las alineaciones que se hacía cuando era pequeño, muchas de ellas internacionales, como la de Manchester. El capítulo de Xavi lo hicimos sobre el mes de agosto o septiembre. La última vez que hablé con su padre, hace pocos días, volvimos a hablar sobre la posibilidad de que su hijo fuera entrenador, y ya no era tan contundente en su negativa…Quizás sea una interpretación mía. Todavía es pronto para abordar este tema porque a Xavi le quedan aún tres o cuatro años de gran nivel como jugador.

-Ahora que estamos tan saturados de clásicos. ¿Las canteras de Barça y Madrid están tan lejos como parece o la diferencia entre ambos se llama Guardiola?
-Una de las grandes claves es tener un entrenador que apuesta y otro que no. Si al final el que manda en el primer equipo no pone al jugador en el campo no hay nada que hacer. Creo también que el hecho de trabajar sobre una misma idea ayuda a que los jugadores sepan lo que tienen que hacer. El Real Madrid ha cambiado mucho de entrenador, y no es lo mismo tener a Luxemburgo que a Juande Ramos o a Mourinho. El Barça en este sentido ha hecho bien de mirar hacia la cantera y más que lo harán otros equipos porque con la crisis que hay no está la historia para grandes fichajes. Pedro es futbolista gracias a Guardiola. Obviamente, Pedro llegó al Barça gracias a Josep Colomer, pero si Guardiola no hubiera confiado en él, ahora no sería el Pedro que conocemos. Lo mismo pasa con otros jugadores como Sergio Busquets o ahora con Isaac Cuenca. Si hablamos de materia prima, el Madrid tiene una estructura muy similar a la del Barça, y la prueba es que hay muchos jugadores de la cantera del Real Madrid en los equipos de primera división.

-Guardiola lo tiene claro desde hace tiempo…
-Desde el caso Ibrahimovic Pep está muy escarmentado con los grandes cracks. En una de las conversaciones que tuvo con Cesc le dijo que él no quería más cracks mundiales en el Barça, que él lo que quería era gente comprometida con su idea. Y es lo que busca. En algunos casos, Guardiola valora más que seas buena persona que buen jugador. Pinto o Milito son dos ejemplos. Valora mucho la gente profesional y sobre todo, que sepa cuál es su situación en el equipo.

-¿Renovará Guardiola?
-Creo que sí, y en el club dan por hecho que sí. Cuando pase la eliminatoria de Copa con el Real Madrid Guardiola se decidirá y pienso que dará el sí, aún queda mucho trabajo por hacer.


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Cómo superar los bajones motivacionales


30
MAR
2013

Cómo superar los bajones motivacionales


Independientemente de tu estado motivacional habitual, habrá días en los que no te sientas en absoluto motivado. Si intentas rodearte de pensamientos y personas positivas comprobarás que los “días de bajón” son cada vez menos y están más separados unos de otros. Sin embargo si compruebas que tus días sin motivación son demasiados, probablemente te encuentres a las puertas de un bajón motivacional.

La verdadera motivación nace de nuestro interior. No debes apoyarte constantemente en otras personas para que te motiven porque no siempre van a estar ahí cuando les necesites. Esto no quiere decir que no les preocupes, pero cada persona tiene su propia vida y sus propias preocupaciones. Debes convertirte en tu propio foco de motivación y aprender herramientas y estrategias que siempre tendrás disponibles cuando tu motivación decaiga.

Qué hacer cuando se acerca un bajón


1. Aprende a reconocer los bajones. La mayor parte de las personas no reconocen un bajón hasta que no se encuentran inmersos en él. Sin embargo algunas señales te ayudarán a identificarlo  y  a escapar de él antes de que te atrape. Señales como dejar que tu mente vague en mitad de  una tarea y como consecuencia tardas el doble de tiempo en realizarla. Algunas veces cuando estamos a punto de terminar algo lo dejamos a medias para tomarnos un descanso con la excusa de que lo retomaremos más tarde y con mayores fuerzas. Es como si nos saboteáramos a nosotros mismos. No vas a encontrar un momento de motivación mayor por terminar algo que durante los momentos inmediatamente anteriores a conseguirlo. No pienses que por tomarte ese descanso luego volverás con más fuerzas.

2. Aprende nuevas formas de hacer las mismas cosas. Muchas veces nuestra motivación decae porque simplemente nos hemos aburrido de hacer lo mismo de la misma forma cada día. Tanto nuestra atención como nuestra motivación están fuertemente unidas. Si realizas una tarea repetitiva siempre de la misma forma, con el tiempo tu atención descenderá y como consecuencia afectará a tu motivación. Trata de ser creativo dentro de lo posible y altera tu horario para realizar las mismas tareas en distintos momentos del día.

3. Imagínate como serías tú mismo en el futuro si nunca descendiera tu motivación. Trata de visualizarte a ti mismo unos años en el futuro si todos los días tuvieses la misma motivación para estudiar. Es muy probable que la persona que tienes en mente ya haya acabado sus estudios y esté trabajando felizmente en aquello que le gusta. Del mismo modo imagínate como serías en un par de años si todos los días tuvieras la motivación por hacer deporte y seguir una dieta equilibrada. En serio, párate un momento, cierra los ojos y visualiza a esa persona. Si tienes el poder de imaginarlo, tienes el poder de crearlo. No existe una fuerza motivadora mayor que ese poder.

4. La perfección no existe. Muchas veces perdemos la motivación por hacer algo porque somos demasiado perfeccionistas. No queremos entregar un trabajo bueno, queremos hacer algo muy bueno. Es mejor obtener unos resultados del 70% cada día en lugar de obtener un 100% cada 3 días.

5. Comienza a recopilar material sobre desarrollo personal. En forma de cintas de audio, libros, o simplemente guardando direcciones de páginas web sobre el tema. Cuando notes que tu motivación decae, date una vuelta por esas páginas y lee esos artículos que siempre van a estar a tu disposición.

6. Haz deporte. Los que me conocen saben que me encanta hacer deporte y en algunos momentos tengo que reconocer que puedo llegar a ser un poco obsesivo. He tenido grandes y largos momentos de bajones motivacionales en mi vida. Sin embargo desde que comencé a hacer deporte de manera continuada, estos momentos prácticamente han desaparecido. Con el deporte liberamos endorfinas que nos proporcionan sensación de bienestar y sientan las bases de un estado motivacional óptimo.

7. Aprende de los éxitos y fracasos de otros. Existen cientos de biografías sobre personas que acabaron triunfando a pesar de que durante muchos años sólo obtuvieron resultados negativos. Trata de identificar los elementos comunes que les hicieron mantener su motivación a pesar de no obtener ningún resultado.

8. Compite. Sobre todo en el tema deportivo. No existe una motivación mayor para hacer deporte que apuntarte a alguna competición. Tu nivel no importa en absoluto. El deporte se ha convertido en algo muy popular y prácticamente en cualquier localidad encontrarás carreras populares en las que poder apuntarte. Desde hace 4 años salgo a correr con mi amigo Jaime y de vez en cuando participamos en alguna media maratón popular. Hace un par de meses participamos en la media maratón de Torrevieja. Después nos fuimos a comer con nuestras novias y a pesar de que nunca habían corrido, las convencimos para que se apuntaran a alguna competición con nosotros. Pusimos una fecha y un objetivo: 10km. de Almoradí el 4 de Mayo. Lo cierto es que no confiábamos en ellas. Sin embargo desde aquel día están saliendo a correr 3 días a la semana y ya han conseguido correr 10 kilómetros seguidos. Si no se hubieran apuntado a esa competición, para la cual falta más de un mes, seguro que no habrían comenzado a correr.

9. Comprueba cuál es tu progreso. Haz registros de todo aquello que vas consiguiendo. No existe motivación mayor que visualizar tú mismo el estado de tus logros. Además este registro te servirá para estar alerta en caso de que tu productividad descienda y se acerque un bajón motivacional.

Los PADRES podemos Mejorar

La educación de los hijos provoca muchas inseguridades y no pocas angustias a muchos padres. ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Debería haberle castigado? ¿Me habré pasado de duro? ¿Seré demasiado blando? ¿Cómo logro que me obedezca? Psicólogos y pedagogos explican que quizá restaría presión a los progenitores modificar sus expectativas: en lugar de aspirar a hacerlo todo bien, plantearse no hacerlo mal y, sobre todo, evitar los errores más dañinos a la hora de educar. Con la ayuda de Javier Urra –pedagogo, doctor en Psicología y Enfermería, y durante años Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid–, de Victòria Gómez –orientadora familiar y vocal del Col·legi de Pedagogs de Catalunya–, y de Julio Fernández Díez –psicólogo escolar, catedrático de orientación educativa y autor de Errores en la educación de los hijos (Pirámide)– hemos identificado los 12 errores que se consideran más comunes y perjudiciales a la hora de educar a los hijos. Son estos:
1.    Disparidad entre los padres 
La falta de unidad de criterio entre las figuras de autoridad es uno de los grandes lastres para educar. De entrada, porque si el niño recibe mensajes contradictorios, si sus progenitores se desautorizan entre ellos, no sabe a quién hacer caso y se siente perdido, sin referencias claras. Y porque a medida que crecen aprenden a utilizar esas discrepancias o diferencias de criterio para hacer lo que quieren. “Siempre es mejor equivocarse juntos que acertar por separado”, resume Victòria Gómez, para quien frases tan populares como “pregúntaselo a tu padre” o “lo que diga tu madre” son un error. “Cuando piden algo y no se tiene un criterio claro o único, lo mejor es decirles ‘ya lo hablaremos y te daremos la respuesta’, para que vean que la familia es un bloque”, apunta.
2.    Sobreproteger 
Aseguran los educadores que éste es uno de los errores más frecuentes en la sociedad actual. Los padres asumen muchas tareas de los hijos, estudian con ellos, les disculpan ante el profesor, intervienen antes de verles sufrir las consecuencias de una mala decisión, les dicen constantemente lo que han de hacer, organizan toda la vida familiar a su alrededor, les evitan disgustos… “Esta sobreprotección resulta muy perniciosa porque hace ciudadanos dependientes y a veces muy tiránicos, porque crecen pensando que el mundo gira a su alrededor, que son los reyes de la casa, no uno más de la familia”, advierte Javier Urra. La sobreprotección provoca personas inseguras, incapaces de tomar decisiones y de enfrentar las dificultades y contratiempos diarios, que no saben asumir las consecuencias de sus actos y con problemas de autoestima. Julio Fernández asegura que la sobreprotección es un error clásico a la hora de educar porque estamos preparados genéticamente para proteger la prole, como hacen otros animales con sus crías. “La infancia en la especie humana es muy larga, y para criar a un niño durante tantos años en medio de la sabana había que sobreproteger mucho; pero esa sobreprotección comenzó a resultar excesiva cuando la vida cotidiana se hizo menos peligrosa, y de ello dan cuenta historias como la de la Bella Durmiente o la del Príncipe Siddharta; lo que ha cambiado es que esa obsesión de los padres por salvaguardar a su hijo de todo mal que se atribuía y criticaba a príncipes y personajes de alta alcurnia hoy se ha generalizado a toda la población, y de ahí el actual síndrome del emperador”, explica.
3.    Transmitir desprecio
 Frases como “ya sabía que lo ibas a romper”, “eres idiota”, “pareces tonto”, “no vales para nada”, “siempre me defraudas” o “no sé para que te he tenido” resultan muy dañinas para los hijos. Gómez enfatiza que no hay que faltar al respeto a los hijos ni ponerse a su altura cuando se enfadan: “Los padres no deben perder los papeles, han de controlar su actitud por mucho que el hijo les provoque; hay que estar por encima de ellos y no comportarse como un crío o como un adolescente, y perdonar con facilidad, no entrar en guerras del tipo ‘como él no me habla yo tampoco’”.
4.    Falta de continuidad
 Los expertos advierten que un fallo habitual de los padres es dejarse llevar por su estado de ánimo a la hora de educar, de modo que permiten o no determinadas conductas en función de que estén más o menos cansados, contentos o enfadados. “Hay que tener conciencia de que estamos educando siempre, no en momentos concretos”, señala Gómez. Julio Fernández subraya que, ante los hijos, los padres son la autoridad, de forma que no deberían comportarse de forma arbitraria sino ecuánime y racional.
5.    Castigar mal
 Poner sanciones desproporcionadas o sin lógica, imponer castigos imposibles, hacer promesas inalcanzables o que no se cumplen son errores muy habituales y muy nocivos a la hora de educar. Si los castigos no se aplican por imposibles o por dejadez, los padres pierden autoridad y transmiten la idea de que sus normas pueden quebrantarse fácilmente. “Es mejor ser moderado en el castigo y llevarlo a la práctica, y en lugar de castigar al adolescente sin salir todo un mes o exigirle que estudie cinco horas diarias, limitarle a una hora la conexión a las redes sociales o a la videoconsola”, ejemplifica Fernández.
6. Prometer y no cumplir 
Los educadores también alertan contra las promesas o premios inalcanzables, que además de decepcionar acaban desincentivando. “A veces prometemos comprarles el móvil o la bici si sacan buenas notas, y esa es una condición muy ambigua, de modo que quizá el chaval se esfuerza pero al final le decimos que no, que los notables no cuentan, que se esperaban de él sobresalientes, o que aunque sus notas son buenas no tendrá el premio porque se ha portado mal con su hermano, y el niño se frustra y deja de trabajar”, explica Julio Fernández. Y añade que en muchos casos se amplía aún más el error cuando luego, en un momento de arrepentimiento, esos mismos padres (o los abuelos), le acaban comprando el móvil o la bici sin haber conseguido el reto propuesto.
7. Comparar entre hermanos 
Todos los padres saben que cada hijo es diferente. Sin embargo, a la hora de educarlos no siempre los tratan de forma diferente. Lo habitual es lo contrario, que se esfuercen en tratarlos por igual y que, a menudo, los comparen. Pero, advierten los expertos, cada hijo requiere una educación distinta, un trato individualizado y que le dediquen un tiempo a solas, entre otras razones para poder conocerle y saber cómo hay que tratarle. “Las comparaciones continuadas entre hermanos suscitan celos, envidias y dañan”, alerta Javier Urra.
8. No poner límites
 Los expertos explican que muchas veces los padres no tienen un proyecto claro de cómo van a educar a sus hijos, cuáles son las normas mínimas que van a exigir, y van improvisando, de modo que no siempre son coherentes en sus criterios. “Mientras son pequeños trampeamos los problemas que van planteando, y en la adolescencia se pierde el control, se les quiere poner normas, y entonces ya es tarde”, comenta Victòria Gómez. Julio Fernández subraya que muchos padres priorizan la paz familiar por encima de todo y eluden su obligación de poner límites porque eso lleva en ocasiones al conflicto.
9. Ser amigos de los hijos
 Los psicólogos advierten que los padres son la figura de autoridad para el hijo y es un error tratar de ser amigos suyos en lugar de ejercer de padres. También desestiman los estilos educativos muy permisivos o aquellos que lo negocian todo. “El estilo democrático está bien para algunas cosas, como para decidir dónde se va de vacaciones, pero se ha magnificado y hay cosas que no se negocian, como el horario de estudio, el ir con cinturón en el coche o comportarse bien el supermercado, ahí ha de ser el padre el que ejerza la autoridad”, reflexiona Fernández. En su opinión, este tipo de errores se han extendido de la mano de lo que denomina “leyendas urbanas sobre educación”, informaciones del ámbito de la psicología que en un momento dado tuvieron vigencia y luego se demostró que no son ciertas pero continúan en la imaginación colectiva, como que no hay que castigar para no traumatizar, que hay que potenciar al máximo la autoestima o que Einstein era mal alumno a pesar de su inteligencia, ejemplifica.
10. Malos ejemplos 
“Los padres no pueden pedir al hijo que se controle o que no pegue si lo que le transmiten es que de vez en cuando a ellos ‘se les cruzan los cables’, insultan al del coche de al lado, o están siempre criticando; tampoco pueden exigirle que termine lo que empieza o que cumpla las normas si ellos no lo hacen”, dicen los expertos. La incongruencia entre lo que se dice y se hace “resulta muy negativa, quita fuerza moral y deslegitima”, apunta Urra.
11. Negatividad 
El que fuera Defensor del Menor de Madrid cree que es un grave error no transmitir a los hijos ilusiones, dilemas vitales y amplitud de miras. Advierte que cuando los padres son muy depresivos o negativos y los hijos crecen oyendo todo el día críticas sobre los demás y escuchando que no hay que fiarse de nadie, que los otros son dañinos, “eso repercute en su carácter, que acaba siendo despótico, lastimero, paranoico u ofensivo”.
12. Hacerlos mayores antes de tiempo Un error muy actual de los padres es acortar la infancia de sus hijos, hacerles mayores antes de tiempo. “Se detecta en la forma de vestirlos, en dejarles ponerse un piercing o adoptar comportamientos de adulto desde muy pequeños, en encontrar divertido y alentar que tengan novias o novios, en permitir que con 14 años tengan horarios de fiesta intempestivos…”, indica Fernández. Y subraya que el contrasentido es que a ese mismo chaval al que se deja salir de noche, se le prepara el desayuno y se le tramita la matrícula del instituto. “Por un lado les hacemos muy mayores, y por otro no les dejamos crecer, no les damos responsabilidades propias de su edad”, concluye.

13.-No ver los Fallos de Nuestros Hijos

14.-Valora más el esfuerzo

15.-Son lo que son

16.-Efecto Pigmalión.

17.-Aprende a MOTIVAR

18.-Aprende a reconocer

19.-Desarrollar su Pasión

20.-Que disfruten de la vida

21.-Poner pasión a la vida
A veces somos los padres los que no ponemos pasión y entusiasmo a lo que hacemos.
22.-Dar poca Importancia a la Educación Emocional

23.-Enseñar Tranquilidad
Nos falta eficiencia para transmitir y enseñar calma interior y tranquilidad.

24.-Enseñar el camino de la dificultad.
Muchas veces afrontar la dificultad.
Salir de tu zona de confort te acerca a la felicidad.

25.-No motivamos para aprender IDIOMAS.

LOS PADRES DEBEMOS EVITAR ERRORES LOS 50 ERRORES MÁS FRECUENTES

La educación de los hijos provoca muchas inseguridades y no pocas angustias a muchos padres. ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Debería haberle castigado? ¿Me habré pasado de duro? ¿Seré demasiado blando? ¿Cómo logro que me obedezca? Psicólogos y pedagogos explican que quizá restaría presión a los progenitores modificar sus expectativas: en lugar de aspirar a hacerlo todo bien, plantearse no hacerlo mal y, sobre todo, evitar los errores más dañinos a la hora de educar. Con la ayuda de Javier Urra –pedagogo, doctor en Psicología y Enfermería, y durante años Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid–, de Victòria Gómez –orientadora familiar y vocal del Col·legi de Pedagogs de Catalunya–, y de Julio Fernández Díez –psicólogo escolar, catedrático de orientación educativa y autor de Errores en la educación de los hijos (Pirámide)– hemos identificado los 12 errores que se consideran más comunes y perjudiciales a la hora de educar a los hijos. Son estos:
1. Disparidad entre los padres La falta de unidad de criterio entre las figuras de autoridad es uno de los grandes lastres para educar. De entrada, porque si el niño recibe mensajes contradictorios, si sus progenitores se desautorizan entre ellos, no sabe a quién hacer caso y se siente perdido, sin referencias claras. Y porque a medida que crecen aprenden a utilizar esas discrepancias o diferencias de criterio para hacer lo que quieren. “Siempre es mejor equivocarse juntos que acertar por separado”, resume Victòria Gómez, para quien frases tan populares como “pregúntaselo a tu padre” o “lo que diga tu madre” son un error. “Cuando piden algo y no se tiene un criterio claro o único, lo mejor es decirles ‘ya lo hablaremos y te daremos la respuesta’, para que vean que la familia es un bloque”, apunta.
2. Sobreproteger Aseguran los educadores que éste es uno de los errores más frecuentes en la sociedad actual. Los padres asumen muchas tareas de los hijos, estudian con ellos, les disculpan ante el profesor, intervienen antes de verles sufrir las consecuencias de una mala decisión, les dicen constantemente lo que han de hacer, organizan toda la vida familiar a su alrededor, les evitan disgustos… “Esta sobreprotección resulta muy perniciosa porque hace ciudadanos dependientes y a veces muy tiránicos, porque crecen pensando que el mundo gira a su alrededor, que son los reyes de la casa, no uno más de la familia”, advierte Javier Urra. La sobreprotección provoca personas inseguras, incapaces de tomar decisiones y de enfrentar las dificultades y contratiempos diarios, que no saben asumir las consecuencias de sus actos y con problemas de autoestima. Julio Fernández asegura que la sobreprotección es un error clásico a la hora de educar porque estamos preparados genéticamente para proteger la prole, como hacen otros animales con sus crías. “La infancia en la especie humana es muy larga, y para criar a un niño durante tantos años en medio de la sabana había que sobreproteger mucho; pero esa sobreprotección comenzó a resultar excesiva cuando la vida cotidiana se hizo menos peligrosa, y de ello dan cuenta historias como la de la Bella Durmiente o la del Príncipe Siddharta; lo que ha cambiado es que esa obsesión de los padres por salvaguardar a su hijo de todo mal que se atribuía y criticaba a príncipes y personajes de alta alcurnia hoy se ha generalizado a toda la población, y de ahí el actual síndrome del emperador”, explica.
3. Transmitir desprecio Frases como “ya sabía que lo ibas a romper”, “eres idiota”, “pareces tonto”, “no vales para nada”, “siempre me defraudas” o “no sé para que te he tenido” resultan muy dañinas para los hijos. Gómez enfatiza que no hay que faltar al respeto a los hijos ni ponerse a su altura cuando se enfadan: “Los padres no deben perder los papeles, han de controlar su actitud por mucho que el hijo les provoque; hay que estar por encima de ellos y no comportarse como un crío o como un adolescente, y perdonar con facilidad, no entrar en guerras del tipo ‘como él no me habla yo tampoco’”.
4. Falta de continuidad Los expertos advierten que un fallo habitual de los padres es dejarse llevar por su estado de ánimo a la hora de educar, de modo que permiten o no determinadas conductas en función de que estén más o menos cansados, contentos o enfadados. “Hay que tener conciencia de que estamos educando siempre, no en momentos concretos”, señala Gómez. Julio Fernández subraya que, ante los hijos, los padres son la autoridad, de forma que no deberían comportarse de forma arbitraria sino ecuánime y racional.
5. Castigar mal Poner sanciones desproporcionadas o sin lógica, imponer castigos imposibles, hacer promesas inalcanzables o que no se cumplen son errores muy habituales y muy nocivos a la hora de educar. Si los castigos no se aplican por imposibles o por dejadez, los padres pierden autoridad y transmiten la idea de que sus normas pueden quebrantarse fácilmente. “Es mejor ser moderado en el castigo y llevarlo a la práctica, y en lugar de castigar al adolescente sin salir todo un mes o exigirle que estudie cinco horas diarias, limitarle a una hora la conexión a las redes sociales o a la videoconsola”, ejemplifica Fernández.
6. Prometer y no cumplir Los educadores también alertan contra las promesas o premios inalcanzables, que además de decepcionar acaban desincentivando. “A veces prometemos comprarles el móvil o la bici si sacan buenas notas, y esa es una condición muy ambigua, de modo que quizá el chaval se esfuerza pero al final le decimos que no, que los notables no cuentan, que se esperaban de él sobresalientes, o que aunque sus notas son buenas no tendrá el premio porque se ha portado mal con su hermano, y el niño se frustra y deja de trabajar”, explica Julio Fernández. Y añade que en muchos casos se amplía aún más el error cuando luego, en un momento de arrepentimiento, esos mismos padres (o los abuelos), le acaban comprando el móvil o la bici sin haber conseguido el reto propuesto.
7. Comparar entre hermanos Todos los padres saben que cada hijo es diferente. Sin embargo, a la hora de educarlos no siempre los tratan de forma diferente. Lo habitual es lo contrario, que se esfuercen en tratarlos por igual y que, a menudo, los comparen. Pero, advierten los expertos, cada hijo requiere una educación distinta, un trato individualizado y que le dediquen un tiempo a solas, entre otras razones para poder conocerle y saber cómo hay que tratarle. “Las comparaciones continuadas entre hermanos suscitan celos, envidias y dañan”, alerta Javier Urra.
8. No poner límites Los expertos explican que muchas veces los padres no tienen un proyecto claro de cómo van a educar a sus hijos, cuáles son las normas mínimas que van a exigir, y van improvisando, de modo que no siempre son coherentes en sus criterios. “Mientras son pequeños trampeamos los problemas que van planteando, y en la adolescencia se pierde el control, se les quiere poner normas, y entonces ya es tarde”, comenta Victòria Gómez. Julio Fernández subraya que muchos padres priorizan la paz familiar por encima de todo y eluden su obligación de poner límites porque eso lleva en ocasiones al conflicto.
9. Ser amigos de los hijos Los psicólogos advierten que los padres son la figura de autoridad para el hijo y es un error tratar de ser amigos suyos en lugar de ejercer de padres. También desestiman los estilos educativos muy permisivos o aquellos que lo negocian todo. “El estilo democrático está bien para algunas cosas, como para decidir dónde se va de vacaciones, pero se ha magnificado y hay cosas que no se negocian, como el horario de estudio, el ir con cinturón en el coche o comportarse bien el supermercado, ahí ha de ser el padre el que ejerza la autoridad”, reflexiona Fernández. En su opinión, este tipo de errores se han extendido de la mano de lo que denomina “leyendas urbanas sobre educación”, informaciones del ámbito de la psicología que en un momento dado tuvieron vigencia y luego se demostró que no son ciertas pero continúan en la imaginación colectiva, como que no hay que castigar para no traumatizar, que hay que potenciar al máximo la autoestima o que Einstein era mal alumno a pesar de su inteligencia, ejemplifica.
10. Malos ejemplos “Los padres no pueden pedir al hijo que se controle o que no pegue si lo que le transmiten es que de vez en cuando a ellos ‘se les cruzan los cables’, insultan al del coche de al lado, o están siempre criticando; tampoco pueden exigirle que termine lo que empieza o que cumpla las normas si ellos no lo hacen”, dicen los expertos. La incongruencia entre lo que se dice y se hace “resulta muy negativa, quita fuerza moral y deslegitima”, apunta Urra.
11. Negatividad El que fuera Defensor del Menor de Madrid cree que es un grave error no transmitir a los hijos ilusiones, dilemas vitales y amplitud de miras. Advierte que cuando los padres son muy depresivos o negativos y los hijos crecen oyendo todo el día críticas sobre los demás y escuchando que no hay que fiarse de nadie, que los otros son dañinos, “eso repercute en su carácter, que acaba siendo despótico, lastimero, paranoico u ofensivo”.
12. Hacerlos mayores antes de tiempo Un error muy actual de los padres es acortar la infancia de sus hijos, hacerles mayores antes de tiempo. “Se detecta en la forma de vestirlos, en dejarles ponerse un piercing o adoptar comportamientos de adulto desde muy pequeños, en encontrar divertido y alentar que tengan novias o novios, en permitir que con 14 años tengan horarios de fiesta intempestivos…”, indica Fernández. Y subraya que el contrasentido es que a ese mismo chaval al que se deja salir de noche, se le prepara el desayuno y se le tramita la matrícula del instituto. “Por un lado les hacemos muy mayores, y por otro no les dejamos crecer, no les damos responsabilidades propias de su edad”, concluye.
13.-No ver los Defectos de Nuestros HIJOS
14.-Valora Su esfuerzo


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viernes, 27 de septiembre de 2013

Educados Para GANAR Sique Rodrigez GAIRÍ

"Te miraban como bicho de otro pozo". Así recuerda Jorge Messi, padre del astro del Barça, los primeros días en la Ciudad Condal tras llegar de Argentina en el libro 'Educados para ganar', escrito por el periodista Sique Rodríguez Gairí, director y presentador del programa 'Fora de Joc' (Ona FM), y editado por Ara Llibres. El padre de Messi abunda incluso en las dificultades que pasó Leo en el colegio: "Al principio sufrió porque los niños eran crueles. Es normal. Le veían diferente. Venía de fuera, tenía costumbres diferentes y, además, él tenía problemas de crecimiento. Se reían de él y lo pasó mal, pero afortundamente, lo fue superando".
El relato de Jorge Messi es uno de los muchos secretos que descubre el libro presentado ayer por Sique Rodríguez, que, con la inestimable colaboración de Adrià Albets, ha hablado también con los padres de Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Gerard Piqué, Cesc Fàbregas, Pedro Rodríguez, Thiago Alcántara y Andreu Fontàs. Carles Folguera, director de La Masia, ha escrito el prólogo y ha asistido esta mañana a la presentación de la obra recordando que "si detrás de un gran hombre, hay una gran mujer, detrás de grandes deportistas debe haber grandes padres".
Entre otras de las muchas anécdotas impagables del libro sobresale la humildad que ya profesaban de pequeños Xavi Hernández y Cesc Fàbregas. Ambos jugaban en el fútbol base del Barça pero el fin de semana preferían no ir con el chándal del club por Terrassa y Arenys, respectivamente, para no presumir de ello ante sus amigos. La obra indaga también en cómo lleva Piqué la fama por su relación con la cantante Shakira, cómo vivió Cesc la presión de su regreso al Barça y qué le dijo Iniesta a su padre después de que éste le insistiera durante cuatro meses para que aceptara la oferta azulgrana. Todo eso y mucho más, fotos de los álbumes familiares incluidas, en 'Educados para ganar'.


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domingo, 15 de septiembre de 2013

IR FELIZ AL COLE

Los 10 consejos más efectivos para el nuevo curso

Día 16/09/2013 - 01.39h

Pautas en los horarios, elección de las extraescolares y numerosas actividades para realizar en familia

Los 10 consejos más efectivos para el nuevo curso
FOTOLIA
Hace tan sólo unos días que comenzaron las clases tras las vacaciones de verano y los niños pueden acusar la vuelta a las rutinas. Levantarse temprano, acudir al colegio, hacer los deberes, asistir a las actividades extraescolares o irse a dormir a una hora determinada, pueden suponer una tarea complicada.
Para tratar de evitar posibles problemas y que el regreso al ritmo escolar resulte un éxito, el psicólogo infantil Luis Torres Cardona, coordinador del Centro de Psicología BIEM y autor junto con la psicóloga Rocío Ramos-Paúl del libro «Niños desobedientes, padres desesperados» (Aguilar), propone una serie de consejos para que la «vuelta al cole» se desarrolle con éxito, tanto para los padres, como para los pequeños.

Diez consejos para los padres:

jueves, 12 de septiembre de 2013

Aprende a ser una Persona Positiva

Paso 1. No critiques a alguien que no está presente.

10 pasos para convertirte en una persona positivaLas críticas se centran en aquello negativo que ves de los demás, comentado a espaldas de los demás. Algunas personas usan la crítica a diario. Incluso llegan a entretenerse con ella. Pero sabes que la crítica fomenta las malas relaciones. Cuando escuchas a alguien criticar a otra persona a sus espaldas, te genera la certeza de que también te critica a ti a las tuyas. Así, la crítica es un modo de discurso que fomenta la desconfianza y alimenta los pensamientos negativos sobre los demás. Te animo a que tomes hoy la determinación de no criticar a una persona que no está presente.
Además, ya sabrás que cuando criticas a alguien, por  imitación y cohesión social, otras personas tienden a sumarse a la crítica que haces. Fomentas con ello una cadena de negatividad, que no te lleva a ningún sitio porque no lo haces con intención de ayudar a esa persona de la que habláis. Incluso logras que otras te hablen a ti mal de terceras personas, porque das a entender que te gustan ese tipo de conversaciones. Tampoco permitas esto. Distínguete en tu grupo como una persona que no critica a terceros a sus espaldas, ni escucha, ni fomenta las críticas de otros.
Si algún día llegas a criticar, que sea si, y solo si, esa persona de la que hablas sabe ya concretamente lo que piensas de ella.

Paso 2. No te quejes.

Quizá nadie te lo haya dicho todavía, pero tiene que llegar un momento en tu vida en el que descubras que el mundo es neutro por naturaleza. Las situaciones por las que pasas no son buenas o malas, positivas o negativas, sino que es el pensamiento de cada uno el que coge una situación y le pone una etiqueta para definirla. Y tú eliges las etiquetas que le pones a las situaciones con las que te encuentras. Observa este relato:
Cuenta la historia que labrador tenía un caballo fuerte que utilizaba para cultivar sus campos. Era el único medio que tenía para tirar de su arado.
Un día, el caballo rompió el cerrojo de la puerta del establo y se escapó a las montañas.
Cuando los vecinos del labrador se enteraron, se acercaron para condolecerse de él. Al lamentar su desgracia, el labrador les replicó: «¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?».
Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de yeguas salvajes.
Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte.
Él respondió: «¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?».
Cuando el hijo del labrador intentó domar una de aquellas yeguas salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?».
Una semana más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota le dejaron tranquilo.
“¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?». 
La queja no contribuye en nada a fomentar tu pensamiento positivo. Al contrario. Siembra la simiente para que al ser regada con más queja florezcan emociones negativas, malestar, irritación, e incluso, estoy seguro: la queja continuada crea enfermedades físicas.
Hay quejas muy sutiles que pasan casi desapercibidas. Por ejemplo, la queja sobre el tiempo, o sobre alguna condición de un local en el que estás. Hay otras quejas más profundas, las quejas sobre tu situación vital, las quejas sobre el comportamiento de otra persona, etc.
Mi consejo aquí es que erradiques ya no solo las más intensas, sino también aquellas más sutiles que se meten casi sin percatarte en tus conversaciones del día a día. Si tienes que seleccionar poner etiquetas a una situación, mejor que escojas las positivas, o al menos que te quedes como el campesino en decir: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?». 

Paso 3. Corrige los pensamientos negativos.

La mente funciona por hábitos y costumbres. Tu forma de pensar de hoy predice cómo será tu forma de pensar de mañana, así que trabaja con tu forma de pensar de hoy para garantizar un mañana más positivo.
Suelo comparar la mente como una colina llena de hierba alta. Si quisieses llegar a la cima, caminarías sobre la hierba hasta alcanzarla. El segundo día que quieras llegar a la cima, probablemente elijas el camino de hierbas un tanto aplastadas que has tomado el día anterior. Al tercer día, notarás que es más fácil seguir ese mismo camino, y al cabo de varias semanas habrás trazado un sendero bien definido hasta llegar arriba de todo, que será el que elijas de forma natural.
Con el pensamiento pasa lo mismo. Cuando llega un pensamiento a tu mente puede elegir trazar un camino. Si elige un camino de pensamiento negativo, se facilitan unas conexiones neuronales que recorren un camino en tu cerebro. Esto fomenta esa ruta neuronal, haciendo más rápidas las conexiones por ahí que por otros sitios. Al día siguiente ese pensamiento será más probable que otro. Así pues, si te permites tener pensamientos negativos, estás favoreciendo que esas rutas se produzcan una y otra vez. Por eso, hay gente que cada vez que abre la boca parece que está diciendo algo negativo de la vida. Y hay personas que parecen felices por naturaleza.
Muchas veces no puedes elegir que tu mente escoja espontáneamente este sendero neuronal, pero ahora que ya sabes que el camino que pisas predice por dónde pasarás mañana, cada vez que detectes que estás teniendo un pensamiento negativo, corrígete a ti mismo generando un pensamiento positivo sustitutorio. Eso hará que un nuevo camino se cree. Este será positivo, y hará más fácil que sea positivos también los que tengan que venir mañana. Para lograrlo, el experto en Psicología Positiva Eduardo Jáuregui aconseja una técnica conocida como "Afortunadamente", que consiste en que, cada vez que detectes un pensamiento negativo, pon a continuación la frase "afortunadamente, porque..." y tratar de crear una solución positiva a esa misma situación.
Por ejemplo: Llueve y no voy a poder salir con los amigos.
Técnica: Afortunadamente, porque eso me permitirá tener tiempo para editar el vídeo de mi último viaje, que no logro sacar tiempo para hacerlo.
Otro ejemplo: He quedado para ir al cine pero no me arranca el coche.
Técnica: Afortunadamente, ... (termina tú la frase)

Paso 4. Defínete en positivo.

Cuando la gente te pregunte cómo te va, di que francamente bien. No te avergüences. Porque parece que en la actualidad decir que te vaya bien es como presumir. Es como si la sociedad te obligase a no destacar y a unirte al duelo colectivo de la gente que camina arrastrando los pies por la vida. De vez en cuando este tipo de gente se me acerca y me pregunta:
- Ey, ¿cómo te va? ¿Mal, verdad?
Hemos llegado a un punto en donde una situación de crisis se ha convertido en un tema comodín, al igual que el tiempo. Y el peluquero, mientras te corta el pelo, cubre el silencio incómodo diciendo: ¿Cómo está todo, eh? ¿Qué tal el trabajo, mal verdad?
Ante estas situaciones, lo que parece más socialmente aceptable es seguirle la corriente y escoger varios temas que apoyen la afirmación de nuestro interlocutor, en una conversación que parece un compadecimiento mutuo.
- Sí, ufff... qué mal el trabajo - Sí, ufff.. como están los bancos . - Sí, ufff... cómo está la política.
Como has visto en el punto 2, cualquier situación tiene varias interpretaciones. Cuando definas tu vida, adopta una interpretación positiva para hablar de ti. Que te vaya bien también es una respuesta posible, así que ha de ser aceptada, y yo añado: promovida. Di que te va bien, independientemente de cuál sea tu situación. Porque todo depende de dónde quieras poner en ese momento tu foco de atención. Puede que estés en el paro, sí, pero puede también que tengas una niña que ha aprendido a decir "papá" / "mamá" y eso te haga realmente feliz. Por dónde continúas la conversación? ¿Por tu situación de desempleo, o por las primeras palabras de tu hija? Tú decides en qué te centras.
Si tienes que hacer predicciones de futuro, define tu vida de este modo "Tengo la sensación de que va a ir bien".  Cualquier cosa puede pasar en un futuro. Estamos muy programados para pensar que las cosas van a fallar, o a fracasar. Es el motivo por el que no intentamos muchas cosas que nos harían realmente felices. A partir de ahora, cuando pienses en el futuro, mueve tu mente hacia pensamientos positivos.
- ¿Vas ha hacer un viaje solo? ¿Pero no te aburrirás?
- Quizá algún día, pero tengo la sensación de que me va a ir bien.
- ¿Dejarás el trabajo? ¿Y si luego no encuentras otro?
- Puede que me cueste encontrar otro, pero tengo la sensación de que me va a ir bien.
- ¿Te vas a mudar? ¿Y si luego surgen más problemas en el nuevo piso?
- Tengo la sensación de que me va a ir bien.

Paso 5. Sé más consciente de cuándo sonríes

La sonrisa es el comportamiento que más favorece el estado de ánimo positivo. Todos tenemos una enorme capacidad para sonreír, pero la gente no suele ser consciente de cuándo sonríe. Por ejemplo, si te preguntase cuándo sonreíste ayer, ¿serías capaz de recordarlo? ¿Estás seguro de que sonreíste?
Hay algunos juegos que pueden facilitar tus sonrisas. Por ejemplo, por las mañanas voy al trabajo en moto. Junto a su cuentakilómetros hay un pequeño reloj digital. Hay veces en las que durante ese recorrido pienso o veo algo que me hace sonreír. Luego miro la hora y me digo: está bien que la primera sonrisa venga tan pronto por la mañana. Otros días, es ya media tarde y mirando el mismo reloj me doy cuenta de que todavía no he sonreído ni una sola vez. A partir de una de estas situaciones comencé un juego que consistía en ver a qué hora me venía la primera sonrisa de la mañana, y sentirme feliz cuando venía pronto, e ir a buscarla cuando llegaba mediodía y todavía no la había encontrado.
La sonrisa es una expresión que manifiesta una emoción positiva. Y has de saber que las emociones son muy contagiosas. Mucho más que la gripe. En serio. Si tienes al lado a una persona con gripe, puede que se te peque, o puede que no. Pero si tienes al lado a una persona riéndose con ganas, con muchas ganas, es seguro que te va a entrar la risa. Del mismo modo, si miras a una persona que esté cerca llorando desconsoladamente, es fácil que te entren ganas de llorar. Si fomentas tu sonrisa, estás facilitando que las personas que tienes a tu alrededor se rían más, y con ello te contagien a su vez de sus emociones positivas, generando así un círculo vicioso de positividad.

Paso 6. Esfuérzate porque digan de ti que eres una persona positiva.

En mi consulta de psicología veo que los pacientes que acuden experimentan cambios importantes en sus vidas. A lo largo de las sesiones les voy preguntando cómo se sienten, y van encontrando mejoras en sus vidas que les hacen sentirse bien.
Pero la propia percepción no es lo que a mí me da más señales de que el paciente está avanzando realmente, sino más bien la percepción que tienen los demás de él: sus familiares directos, sus amigos, y la gente más cercana.
Normalmente uno nota primero sus propios cambios, y poco a poco los va percibiendo su entorno. Por ello, la visión que tienen estas personas de uno mismo es un claro indicador de que el cambio es profundo y sostenible. Yo pregunto a mi paciente si quienes le rodean le ven mejor. Es un indicador más claro del avance.
Cuando estés con gente, no sólo te has de sentir positivo, sino también has de tratar de desprender positividad, y que lo noten.
Para lograrlo, te ofrezco algunas ayudas que conseguirán que lo alcances:
  • Camina como una persona positiva y habla de forma positiva.  Quizá hayas escuchado alguna vez ese dicho que afirma que "si anda como un pato, nada como un pato y grazna como un pato, seguramente sea un pato". Empieza analizando cómo caminas, como te expresas y cómo hablas. ¿Todo ello desprende realmente positividad?
  • ¿Cómo es tu forma de vestir? ¿La gente diría que eres una persona positiva? Asegúrate que nunca vas totalmente de negro, o gris. Si te gusta este color, al menos encuentra algún pequeño complemento de un color cálido.
  • Si tienes dos opciones, y una de las dos es quedarte en casa sin hacer nada interesante, elige la otra opción. La gente que hace actividades es más positiva que la huraña.

Paso 7. Rodéate de cosas que te hagan sentir bien.

Tú eliges qué hay sobre la mesa de tu escritorio, en tu oficina, en el mueble de la entrada, en las paredes de tu dormitorio y en el salón.
Desde el preso que pone una flor en su celda, al dueño del taller de coches que cuelga un calendario de chicas con poca ropa, están buscando hacer su entorno agradable. Elige qué cosas te gustan en tu vida, y busca que esas cosas estén a tu alrededor durante el día. Tu mente solo las procesará de forma consciente el día que las pongas, pero durante todos los días siguientes permanecerán presentes y tu mente de forma inconsciente seguirá generando un efecto positivo constante.
Es como si tienes un jardín y piensas que regarlo de vez en cuando es lo que lo hace florecer, cuando en realidad es el sol que pasa desapercibido todos los días por delante el que hace que tu jardín esté resplandeciente.

Paso 8. Céntrate en la solución, no en el problema.

Ante situaciones de conflicto hay personas que toman más bien una opción y otras personas toman una segunda opción. Veamos:
La primera de ellas consiste en hablar del problema. Para estas personas es importante buscar un culpable, y analizar los motivos que intuyen que le ha llevado hasta el problema. Estas personas pasan tiempo describiendo cómo se ha originado, la afectación actual y pronosticando males mayores de cara al futuro. Se centran en los resultados negativos del problema, así como en las emociones negativas que les hace sentir tener ese problema. Quieren hacer una descripción lo más detallada posible del problema y sus implicaciones.
Si el problema no tuviese solución, se encargan de que la persona que ha creado el problema experimente sensaciones como de culpa, arrepentimiento, malestar y frustración.
La segunda de ellas consiste en hablar de la solución. El problema se identifica de inmediato, partiendo rápidamente a la fase de "si esto es lo que ha pasado, vamos a ver qué solución tiene". La conversación se centra más bien en acciones de cara al futuro.
La identificación del culpable solo resulta útil si se hace con un enfoque centrado en prevenir errores futuros, por lo tanto la conversación se basa en la formación y desarrollo de esa persona, en lugar de en buscar su malestar y arrepentimiento.
Si el problema no tuviese solución, se encargan de prevenir que en un futuro vuelva a aparecer una situación similar, y a partir de ahí lo dejan estar en el pasado.

Paso 9. No veas informativos ni leas periódicos.

Ambas son costumbres muy arraigadas, y generalmente asociadas con buenos hábitos, por lo cual te costará mucho librarte de ellas. Parece que estar informado es algo sano. Y sí lo es, si quien te ofrece la información fuese neutral. Y no lo es. No me refiero a que esté viciado por ideologías políticas (que también), sino que las noticias siguen una tendencia sensacionalista que buscan generar impacto en quien las ve, porque captar la atención fomenta tener más seguidores, que redunda en más ingresos en publicidad. Pero si las noticias fuesen neutrales, como mínimo tendría que haber un equilibrio entre las buenas noticias y las malas noticias (¿Ambas son noticias, no es así?). Cuando pones un informativo, podría ser que te hablasen de una guerra o un atentado, y luego, la misma duración, que te hablen de los últimos avances científicos contra enfermedades mortales. Pero esto último no impacta tanto y en la selección de noticias se descarta esta información. ¿Con qué te estás quedando entonces? Pues con una sobremesa llena de cadáveres, violadores de niños, accidentes, corrupción,  y atentados sangrientos con bombas.
Además, es posible que te hayas fijado alguna vez en que los enunciados de los informativos televisivos están concienzudamente pensados para controlar y guiar tu atención hacia la pantalla. Puede que estés con tu familia comiendo, teniendo una agradable conversación, y la tele suelta: "Y no se pierdan estas impactantes imágenes que van a ver a continuación".  Inmediatamente, se hace el silencio y la vista de todos se va a los cadáveres que hay sobre la carretera, junto a un autobús en llamas.
Puede que pienses que es de necios negarse a estar informados, pero te garantizo, porque yo sí lo he convertido ya en una costumbre, que puedes tener una vida normal sin conocer el 95% de las noticias que echan habitualmente e un informativo o periódico. Y del otro 5% ten la seguridad de que te vas a enterar sí o sí, quieras o no quieras, aunque no emplees nunca estos medios de información.
Si renuncias a ver informativos y periódicos, te llamará muchísimo la atención cuando 3 meses después enciendas la tele y pongas un informativo, fijándote en lo que dicen, cómo lo dicen y en las imágenes que ponen.
Lo primero que pensarás es ¿cómo es posible que yo haya estado viendo esto? Y serás consciente del enorme poder que tiene para forjar un pensamiento profundamente negativo centrado en la catástrofe. Suma una dosis de informativos diarios durante un período de más de 10 años y tendrás la justificación de una buena parte de la negatividad que te encuentras en tu entorno social en el día a día.

Paso 10. Júntate con gente positiva y evita a gente que no cumple la mayoría de estos 10 puntos.

Hay muchos refranes en español que recuerdan que tiendes a ir y a parecerte a gente similar a ti.
"Dime con quien andas y te diré quién eres"
"Dios los hace, y ellos se juntan"
En Inglaterra afirman: Hunt with cats and you catch only rats (Caza con gatos y capturarás solo ratas)
Si has empezado a leer este artículo es porque quieres ser una persona más positiva, ¿sí o no? Entonces a la hora de decidir con quién pasas tu tiempo, escoge preferiblemente a la gente que son como a ti te gustaría parecerte. Porque si aceptas citas, actividades de ocio o relaciones de pareja con gente que es muy negativa, que lo ve todo negro, que tiende a quejarse, que no sonríe, ¿cómo vas a acabar siendo tú?
Identifica quien pasa por tu vida y si tiene las condiciones de positividad para quedarse. A esa persona búscala, trata de quedar con ella, arregla citas, proponle actividades de ocio compartidas, sé flexible a sus intereses, comparte tiempo con ella, y no la dejes escapar. Y a las personas negativas, aunque te duela, déjalas ir porque a la larga verás que es esto lo mejor para ti.